04 sep 2025 , 13:53

En Quito, 340 incendios forestales destruyeron más de 200 hectáreas el año pasado

Hoy, la capital está mejor preparada para enfrentar este riesgo. Los Bomberos mejoraron sus procedimientos, capacidad de respuesta, tecnología y controles para evitar que las llamas vuelvan a poner en peligro a la población.

   

Entre julio y noviembre de 2024, Quito vivió una destrucción descontrolada. Fueron 340 incendios que, como los de Bellavista, Panecillo, Guápulo y la González Suárez, pusieron en peligro la vida de cientos de ciudadanos que sufrieron la devastación, con huellas físicas y emocionales. 2 233 hectáreas de vegetación se consumieron.

Un año después, en Quito, se registra una reducción de incendios del 300 %. Se debe a las lluvias que se han mantenido en agosto, pero septiembre es el mes de la prueba. Por eso, en las unidades de Bomberos, en Quito, el entrenamiento del personal es más riguroso en lo físico. Hombres y mujeres están mejor preparados.

Desde la crisis se ha dado un proceso de cambios, organización, equipamiento y capacitación con los barrios, se han reconocido errores e identificado problemas y se han cambiado dinámicas.

El Municipio de Quito, por ejemplo, aprobó la ordenanza contra el fuego, que obliga en caso de una nueva crisis a que las empresas municipales optimicen los recursos humanos y materiales, canalicen las donaciones y los equipos.

Volvieron a las zonas de desastre para capacitar a los afectados. La empresa privada donó unos anaqueles contra incendios con un sistema instalado para una primera respuesta.

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Presupuesto de USD 84 millones del Cuerpo de Bomberos de Quito

El Cuerpo de Bomberos de Quito tiene un presupuesto de USD 84 millones, son 1 500 funcionarios. De ese número, la mitad son bomberos preparados para salir al campo. Hoy no se escatima en dotarles trajes forestales antifuego. Los tienen para dos años. Gracias al pago de impuestos de los ciudadanos y la recolección efectiva que se hace a través de la planilla del servicio eléctrico.

En un año, los bomberos han logrado potenciar el uso de la tecnología y los recursos. Tienen modernos drones de detección. Este bus, por ejemplo, es una sala de mando para detectar, vigilar y coordinar acciones para evitar la propagación del fuego. Tiene cámaras con sistemas de monitoreo térmico para medir la temperatura del suelo, sistemas de vigilancia óptica y meteorológica.

En equipamiento, los Bomberos prevén comprar, para 2026, cinco vehículos de intervención rápida y cuatro todoterreno que se sumarán a la flota de autobombas. Para el 2027, se planifica la compra de otro helicóptero y más sistemas de vigilancia.

Lo importante es que después de la tragedia hubo resiliencia y apoyo, entendimiento de la unidad y el trabajo conjunto que se traduce en una herramienta valiosa en una ciudad en donde el 60 % es área verde y de riesgo.

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