Paro en Ecuador: ¿qué es la muerte cruzada?

Nuevamente el fantasma de la muerte cruzada ronda por Ecuador, pero esta vez el contexto es diferente. El país llega hoy, 24 de junio de 2022, a su doceavo día de protesta convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Correístas van por la muerte cruzada y buscan la destitución del presidente Lasso

En ese contexto, la bancada correísta de UNES puso sobre la mesa la muerte cruzada buscando la destitución del presidente Guillermo Lasso. En horas de la mañana los asambleístas que integran ese bloque publicaron en sus redes sociales mensajes simultáneos que anuncian la recolección de firmas para adelantar elecciones.

Ante ello, el Partido Social Cristiano (PSC) y la Izquierda Democrática (ID) manifestó que no apoyarán este mecanismos constitucional.

Pero ¿qué es la muerte cruzada? y ¿cómo puede aplicarse?

El mensaje de los asambleístas hace referencia al segundo punto del artículo 130 de la Constitución de la República, en el que justifica que la Asamblea puede destituir al presidente por grave crisis política y conmoción interna.

El procedimiento en la Asamblea para destituir al Presidente es el siguiente:

- El artículo 51, de la Ley de la Función Legislativa, el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela deberá convocar a una sesión, con base en un pedido para el que se necesitan solo 46 firmas, con máximo 24 horas de anticipación, para que el tema sea resuelto en un solo debate y como único punto.

- Si se llega a concretar el proceso de destitución; el Presidente de la República debería acudir al Pleno para presentar sus pruebas de descargo. El debate legislativo se daría en su ausencia y después de las intervenciones decidirán la permanencia del Presidente.

- La Asamblea resolverá en un plazo de 72 horas, si logran conseguir los votos, de 92 legisladores, el vicepresidente Alfredo Borrero asumiría la Presidencia, y en un plazo de siete días, después de la publicación de la resolución de destitución, el CNE convocará para una misma fecha a elecciones de asambleístas y presidente.

Pero la muerte cruzada también puede ser aplicada por el presidente, quien deberá firmar un decreto y siete días después convocará a nuevas elecciones presidenciales y legislativas para el resto del periodo, donde todos pueden volver a ser candidatos, pero que también pueden perder las elecciones.

Paro en Ecuador: ¿por qué se ha complicado el diálogo entre el Gobierno y la Conaie?

Así, el artículo 148 de la Constitución faculta al Presidente de la República disolver la Asamblea por una sola vez durante su mandato, gobernar sobre la base de decretos leyes revisados por la Corte Constitucional por seis meses.

En este artículo se detalla que el presidente puede tomar esta acción cuando la Asamblea tome funciones que no están contempladas por la Constitución y previo a una aprobación de la Corte Constitucional si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del plan nacional de desarrollo y también por una grave crisis política o conmoción interna.

Esta figura se incluyó en la Constitución de Montecristi en el 2008 y nunca se ha usado en Ecuador. Rafael Correa y Lenín Moreno no tuvieron necesidad, pues gozaban de un amplio respaldo en la Asamblea Nacional.

Esta figura tiene orígenes en los sistemas parlamentarios, es decir cuando el primer ministro surge de las elecciones y los acuerdos de las mayorías legislativas como en España, Alemania y otros, pero Ecuador usa el sistema presidencialista, donde el primer mandatario es elegido por votación popular y por un periodo fijo.

Muerte cruzada: PSC e ID no apoyarán la destitución del presidente Guillermo Lasso

Por lo tanto, en ningún país del mundo con sistema presidencialista existe la muerte cruzada, lo más cercano es Perú, según el artículo 134 de la Constitución, el presidente puede disolver el Congreso, pero no pierde el cargo, solamente llama a elecciones.

Sin embargo, Ecuador incluyó esta forma para detener las destituciones sin juicio político como fue el caso de Jamil Mahuad, Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez.