13 abr 2022 , 21:48

¿La libertad de Jorge Glas influyó en la popularidad del Gobierno?

Analistas políticos afirman que la credibilidad de Guillermo Lasso ha ido en deterioro en los últimos meses

El lunes 11 de abril se cumplió un año del triunfo electoral de Guillermo Lasso como presidente de la República. Sin embargo, lejos de celebrar aquel acontecimiento, un ambiente de incertidumbre se vive ahora en el Gobierno tras la liberación del exvicepresidente Jorge Glas, a través de un habeas corpus.

Ese hecho levantó una serie de reacciones y sospechas sobre un pacto con el movimiento Unión por la Esperanza (UNES). En las redes sociales, miles de personas lamentaron lo que sucedió y las autoridades del Gobierno desmintieron que hubo un acuerdo con la bancada correísta, en la Asamblea Nacional, a cambio de su abstención en la votación del archivo de la Ley Tributaria.

¿Ese hecho incidió en la popularidad y credibilidad del Régimen? Para el analista político Fabricio Betancourt, Lasso vive uno de los momentos más críticos desde que llegó al Palacio de Carondelet. A su juicio, el mayor problema ha sido no contar con políticas claras de comunicación. “Hasta el día de hoy piensa que está en campaña, creo que se acostumbró a eso ya que pasó 10 años en las luchas electorales tratando de llegar a ser Primer Mandatario”.

El experto hizo un estudio sobre los momentos más complicados del Gobierno y asegura que los tropiezos en política, comunicación y administración crean un clima impredecible, a futuro, en lo económico, político y social. Su actuar errático sin una estrategia clara que marque un camino no es de hoy -acotó - sino que viene de antes con una serie de sucesos que disminuyeron su popularidad.

Por ejemplo, si bien al principio se aplaudió la designación de Guadalupe Llori como presidenta de la Asamblea Nacional y muchos analistas políticos opinaron que fue una “jugada maestra”, a largo plazo la legisladora de PK se ha convertido en un dolor de cabeza.

Betancourt señala en su informe que el primer punto de quiebre se produjo el 21 de septiembre del 2021 cuando el asambleísta Fernando Villavicencio denunció contratos y viáticos de Llori y solicitó su renuncia para exorcizar a la Función Legislativa.

Ahora la situación se agudizó con la falta de liderazgo de Llori y los recurrentes pedidos de diferentes bancadas para que deje la Presidencia del Parlamento, pero ella ha buscado una serie de salidas legales para defenderse y aferrarse en el cargo.

Para el analista Gustavo Gaytán, la credibilidad del Gobierno estaba en entredicho anteriormente y ahora la situación empeoró. “No es difícil darse cuenta la indignación de la gente, eso se une a lo que el Régimen no ha hecho nada, ha cerrado las puertas con todo el mundo, no tiene bancada, no tiene alianzas”.

A eso se suma que Lasso se enfrentó con Pachakutik (PK) y la Izquierda Democrática (ID). Lo mismo con UNES y el Partido Social Cristiano (PSC). “Está huérfano políticamente”. A su criterio, la última carta que le queda al Gobierno es la consulta popular, y tal cómo está planteada posiblemente sea en la misma fecha de las elecciones seccionales para alcaldes, prefectos y demás dignidades.

Para los analistas, ahora hay que esperar cómo estarán las encuestas tras la libertad de Glas. El último informe de la firma Perfiles de Opinión, con corte al 14 de marzo de este año, señala que un 49,89% de la población calificó como mala a la gestión del Gobierno y 13,89% como muy mala.

El 31,86% la evaluó como buena y apenas para el 1,78% dijo que es muy buena. Ante ese escenario -asegura Betancourt- Lasso debe mejorar su estrategia de comunicación ya que ha ido perdiendo la confianza de la mayoría de sus votantes que son de clase media, principalmente de Quito y la Sierra.

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