31 mar 2022 , 14:28

¿Es necesaria la figura de un vocero de Gobierno?

Los expertos consideran que la vocería debe diversificarse en varias personas

La renuncia de Carlos Jijón a la Consejería de Gobierno, conocida el pasado 29 de marzo de 2022, y la no designación de un reemplazo configura una discusión sobre el rol que representa la vocería gubernamental en la comunicación oficial.

El primer decreto que el presidente Guillermo Lasso firmó en mayo de 2021, relacionado a la designación de autoridades en el campo de la comunicación, fue nombrando al secretario del ramo Eduardo Bonilla, en conjunto con el paquete de nombramientos del Gabinete. Casi cinco meses después posesionó a Rafael Cuesta Vallarino, bajo la figura Ad Honorem, como consejero de Gobierno para la gestión y estrategia de comunicación personal del Presidente. Y el último nombramiento –publicado a través de Decreto- fue a Jijón en diciembre del 2021, aunque ejerció en el cargo desde octubre de ese año.

Cuando se anunció la designación de Carlos Jijón como Consejero de Gobierno, el comunicado oficial decía que la vocería permitiría “brindar respuestas ágiles e inmediatas a la ciudadanía y a los medios de comunicación sobre asuntos coyunturales, decisiones gubernamentales y temas de alto interés para el país”.

La primera aparición de Carlos Jijón fue en el contexto de una crisis de Gobierno, varios sectores se manifestaban en las calles y cerraban carreteras por el incremento del precio de los combustibles, así como otras demandas. En esa ocasión, utilizó frases como: ”no estoy muy al tanto” o “me parece”. Este tipo de expresiones se repitieron a lo largo de sus declaraciones como vocero.

“Lo que le faltó a Jijón fue basar sus discursos en resultados”, explica Andrés Jaramillo, consultor de Comunicación, y enfatiza en la necesidad de que el vocero marque su propia agenda y no tenga una respuesta reactiva a la coyuntura.

Jaramillo cree que la salida de la exministra de Gobierno Alexandra Vela es una oportunidad para que se realicen cambios incluso en el ámbito comunicacional. Su reemplazo, Francisco Jiménez, ya venía ejerciendo la vocería a favor de las políticas impulsadas por Lasso en calidad de asambleísta e integrante de la Comisión de Desarrollo Económico.

Precisamente, la estrategia que se utilizó para defender el proyecto de Ley de Inversiones fue diversificando la vocería y agendando varias entrevistas con personajes de diferente rango, desde un consejero, hasta varios ministros, secretarios, viceministros, subsecretarios y gobernadores.

A partir del viernes 25 de marzo de 2022, cuando ya se conocía el archivo de la Ley de Inversiones, varios funcionarios activaron una agenda mediática en programas de radio y televisión, planteando la postura oficial del Gobierno.

Algunos son especialistas en el ramo, por ejemplo: Roberto Salas, secretario técnico de asociaciones Público-Privadas; Julio José Prado, ministro de la Producción; y Daniel Legarda, viceministro de Comercio Exterior.

Otros tienen cargos de cercanía con la Presidencia, como el consejero gubernamental Diego Ordóñez, o el subsecretario general de gabinete, Francisco Briones. En este último caso, el funcionario pertenece a la Secretaría General de Administración Pública y Gabinete de la Presidencia, encargada –según el decreto ejecutivo del 30 de agosto de 2021- de “ejercer las funciones de portavoz en nombre de la Presidencia de la República”. Aunque el titular de esta cartera de Estado, Iván Correa, ha mantenido perfil bajo ante los medios de comunicación.

El especialista Jaramillo y la analista política Madeleine Molina coinciden en que no es recomendable centralizar la vocería en un solo funcionario, sino, contar con varios actores que se especialicen en diferentes temas de interés ciudadano y que respondan a lógicas de cada sector. Por ejemplo, si se busca impulsar alguna política en beneficio de la juventud, es importante que quien comunique ese anuncio sea alguien en quien los jóvenes puedan reflejarse, explica Molina.

De igual manera, los expertos coinciden en que una característica fundamental para ejercer la comunicación de Gobierno es que empaticen con la realidad de los ecuatorianos. Jaramillo indica que es necesario un acercamiento en territorio. Molina, en cambio, le llama “consciencia de clase” a ese conocimiento de los temas que preocupan a la gente.

En el evento de posesión de las nuevas autoridades: el ministro de Gobierno Francisco Jiménez y del Interior, Patricio Carrillo; no se designó a nadie que asuma el mismo rol que Jijón.

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