Guayaquil a oscuras: la inseguridad crece en zonas sin alumbrado público
Transeúntes y conductores denuncian riesgos por falta de iluminación en calles y avenidas.
-
Guayaquil a oscuras( )
Si ya para movilizarse en Guayaquil implica ciertos riesgos, hacerlo cuando hay espacios oscuros es aún mayor y esta es una problemática generalizada, que se visualiza todas las madrugadas al salir a las coberturas.
Pero, ¿qué es lo que sienten las personas y cómo es ese vaivén entre la noche y madrugada cuando hay tramos de Guayaquil apagados? Es lo que se va descubriendo en este recorrido.
Anochece en Guayaquil y se hace visible uno de los principales problemas de la ciudad: la deficiencia en el servicio de alumbrado público. Hay más de 159 mil luminarias de CNEL y unas 34 mil municipales; sin embargo, no todas funcionan.
La escena apenas se divisa en el retorno 3 de la vía a la Costa. Algo similar sucede en la vía Perimetral, a la altura del sector conocido como Los Cocos, donde la luz intensa la proporcionan únicamente los faros de los carros.
Lea más: Una mujer de 23 años falleció en un siniestro de tránsito en la vía a Salitre
Lea más: Un auto quedó calcinado cerca del hospital del IESS, en Guayaquil
El camino continúa por la avenida Pío Jaramillo, donde hay tramos sin iluminación y algunas personas caminaban a paso acelerado. En esta intersección, en el sur de Guayaquil, donde se conecta la avenida Pío Jaramillo con la 25 de Julio, hay cinco pasos a desnivel y la parte inferior está completamente apagada.
Si hay algo de iluminación, es solo la luz de la cámara; pero al apagarla, el escenario que enfrentan las personas es la oscuridad total. Así hay que cruzar y moverse en este punto del sur.
Marcos Jiménez, conductor, comentó: “Los delincuentes suelen estar escondidos en lugares bien oscuros”.
Se han visto tramos sin ninguna iluminación, sitios intermitentes y zonas donde las personas esperan el bus. En el paso a desnivel, en el sector de Las Esclusas, ingreso al Guasmo, la situación se repite.
Jordan González, quien camina por ese sector, relató que toma esa ruta desde hace cuatro meses y casi siempre le toca hacerlo a oscuras.
Por su parte, Nathaly Bajaña, otra transeúnte, señaló: “En los callejones es muy oscuro y obvio que es peligroso, en todos los callejones pasan robando, a mí me toca caminar unas cuatro cuadras”.
El miedo de los transeúntes lo comparten conductores de buses y tricimotos, como Don Henry García, que maneja entre el Guasmo y el puerto.
“Hasta el sector de La Playita no hay iluminación. Desde ahí salgo a las 4 de la mañana. Dos o tres veces me he caído en un hueco porque ha estado apagada la calle y se me han dañado los amortiguadores de la tricimoto”, contó.
En la calle Esmeraldas, entre Alejo Lascano y Piedrahita, poco antes de la subida al paso a desnivel que conecta con la avenida de las Américas, hay luces parpadeando, otras apagadas y postes sin focos.
Mientras se graba con linterna y luces de parqueo, los habitantes que esperan el bus o se dirigen a estudiar o trabajar ya conocen el camino de memoria.
A las 05:55 de la mañana, en el suburbio, vecinos alertaban sobre el peligro de las motos, mientras seguían con sus diligencias. Un transeúnte resumió: “Recorro todo Guayaquil y todo Guayaquil está apagado. A las 7 de la noche ya lo encuentra así. Hay demasiado hueco en la calle, no se puede, porque no se ve”.
El desafío nocturno se repetirá mañana, hasta que se encuentre una solución en una ciudad con un alumbrado público intermitente.
Recomendadas