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Inicio de clases | Cerca de 1 200 planteles de la Sierra y Amazonía tienen problemas de infraestructura
Instituciones de Cotopaxi, Tungurahua y Pastaza presentan deterioro en mobiliario y servicios básicos, mientras más de 1,7 millones de estudiantes regresan a las aulas.
Paredes húmedas, techos con filtraciones, baños con moho y deterioro general afectan a al menos 1 200 planteles de la Sierra y Amazonía.
En estas condiciones, cientos de niños volverán a clases este lunes. En esta última semana de vacaciones fue común ver a padres y maestros organizados en mingas para tratar de habilitar los espacios.
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Pese a que USD 8 millones se han invertido en mantenimiento para este nuevo año escolar, según la ministra de Educación, Alegría Crespo.
"Tenemos un porcentaje del 81 % de instituciones aprobadas para este nuevo año, aptas para su funcionamiento. Estamos invirtiendo para el restante", explica Alegría Crespo, ministra de Educación.
En los cantones Latacunga y Saquisilí, en Cotopaxi, al menos 15 escuelas presentan daños.
En la parroquia Poaló, norte de Latacunga, la escuela María Maldonado Enríquez evidencia las secuelas del invierno: techos con grietas, paredes sin revestir y pisos levantados.
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A esto se suman pupitres con 15 años de uso. En ese ambiente, dos maestras recibirán a 40 niños de entre cuatro y 12 años, sin espacios recreativos adecuados. Los columpios, aros de básquet y resbaladeras están rotos y oxidados.
En otro plantel cercano, la situación es más precaria: algunas fundas para basura, pegadas con cinta, reemplazan las ventanas.
“Hicimos una cuota para hacer arreglar y que los niños sepan qué es una computadora”, menciona Efraín Taipe, padre de familia.
En Tungurahua el problema se repite, sobre todo en planteles rurales que enfrentan daños en infraestructura.
En el cantón Patate, la escuela unidocente San Pablo de Morogacho continúa afectada por los deslizamientos de hace un mes.
Parte de la montaña se desprendió y cubrió con lodo y troncos la oficina de la dirección, los baños y el patio.
Para recuperar el espacio, padres de los 22 estudiantes se organizan en mingas con palas y escobas, apoyados por maquinaria.
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A 45 minutos de Ambato, la Unidad Educativa Manuel María Sánchez también enfrenta limitaciones. Sus 12 maestros han tenido que limpiar, adecuar y reparar daños en la escuela.
El 30 % del mobiliario está en mal estado y, en el laboratorio de informática, de 20 computadoras, seis no funcionan.
“Tenemos internet pero no funciona, solo por horas en la mañana, hasta las 10. No tenemos más acceso”, dice Matilde Eugenio, docente de la U. E. Manuel María Sánchez.
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Para la Amazonía, el Ministerio de Educación dijo que invirtió USD 716 mil. En Pastaza, sin embargo, varios establecimientos presentan graves carencias, sobre todo los alejados de zonas pobladas.
La escuela Vencedora, en el cantón Mera, es un ejemplo. Construida hace 40 años, tiene una sola aula, que encima está deteriorada. Hay pupitres acumulados, oxidados y bases sostenidas con palos.
Los académicos advierten que estudiar en instituciones deterioradas puede desmotivar a los alumnos. Aun así, este lunes más de 99 mil maestros y 1,7 millones de estudiantes volverán a las aulas.
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