08 feb 2022 , 12:50

Quito vive en constante riesgo por estar rodeada de montañas

Los quiteños saben que estos fenómenos son inevitables cuando el 75% de la ciudad, según un estudio del cabildo en 2013, se ubica en zonas de deslizamientos.

Quito está entre montañas y eso conlleva su riesgo. Pasó en La Gasca en 1975, un deslizamiento de lodo como hasta esa fecha no se había visto, dejó 4 muertos a su paso, en 1983 volvió a suceder más al norte, en el sector del antiguo aeropuerto, el saldo fue de tres muertos, Quito se alarmó nuevamente en el 2019, con el aluvión del barrio Osorio que afortunadamente no cegó vidas, y el pasado 31 de enero, cuando el último deslizamiento dejó hasta el momento 28 fallecidos y un desparecido.

Los quiteños saben que estos fenómenos son inevitables cuando el 75% de la ciudad, según un estudio del cabildo en 2013, se ubica en zonas de deslizamientos, hundimientos y flujos de lodo, muchas de estas zonas están en las laderas del Pichincha y del Atacazo al occidente y a las orillas de las 33 quebradas que cruzan la ciudad.

En los 90, con el proyecto las quebradas, fueron intervenidas y se construyeron obras de contención, canales, inmensas piscinas y gigantescas represas para contener los flujos, pero 30 años después ya son insuficientes, necesitan mantenimiento y en algunos casos su reconstrucción.

Sobre el barrio Osorio, por ejemplo, penden estas inmensas piedras que salieron del canal de drenaje tras el aluvión del 2019 y que quedaron en la ladera por sobre las viviendas.

Varias de las piscinas requieren mantenimiento y lucen con gran cantidad de material.

Se construyeron grandes muros que ya no cumplen su función.

A ello se suma la incesante búsqueda de espacios para construir y de tierras para sembrar, lo que fomenta la deforestación y la ocupación de las quebradas.

Hace más de una década el cabildo declaró a 9932 hectáreas de las laderas del Pichincha como zonas de intervención especial y se prohibió su ocupación, norma que se choca con la realidad solo en los dos últimos años, el cabildo ha legalizado cerca de 70 barrios irregulares.

Muchos de ellos en zonas de alto riesgo.

La situación cada vez es más grave cuando los quiteños y sus autoridades saben que eventos como los de La Gasca se volverán a repetir, las obras de mitigación no podrán detener sus efectos y hay más personas en riesgo.

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