Quito: saturación e incomodidad en los usuarios del transporte público en horas pico

Las aglomeraciones en los buses durante las horas pico se han convertido en parte de la cotidianidad en Quito. La falta de buses obliga a los pasajeros a viajar en la puerta pese a los peligros y la inseguridad.

La demanda supera la capacidad de las unidades de transporte. Para los usuarios, el sufrimiento empieza desde que salen de su casas rumbo a las escuelas, colegios, universidades o al trabajo.

Niños y adultos se embarcan como pueden. Por ejemplo, el transporte público no se da abasto en el sector de la ciudadela Jaime Roldós Aguilera, localizada en el noroccidente de Quito. Por ello en horas pico los vecinos se ubican en las puertas.

Lo mismo ocurre en la parada de La Ofelia, en donde el maltrato continúa. El transporte tranversal no es suficiente, en anteriores administraciones se planteó el denominado Quito Cables, un tipo de transporte aéreo que no prosperó.

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El panorama es similar en algunos vecindarios localizados en las partes altas y alejadas del centro de Quito. Allí, los moradores tienen problemas para movilizarse y la situación se torna caótica.

A esto se suma que 1,2 millones de usuarios utilizan el transporte convencional. Es decir, el 50% de la población utiliza buses particulares y municipales diariamente. La Secretaría de Movilidad del Municipio no quiere hablar de un déficit sino de la necesidad de reestructurar las rutas.

Mientras esto ocurre, continúan las aglomeraciones, el maltrato y el peligro para los usuarios del transporte.

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