15 representantes legales han recibido cerca de la mitad de ese dinero.
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ha destinado alrededor de USD 8 800 millones a prestadores externos de salud desde 2013. De ese monto, cerca de la mitad terminó en manos de apenas 15 representantes legales, según una investigación del diario Expreso.
En la lista de beneficiarios figuran organizaciones benéficas, pero también empresas privadas que han creado hasta 11 firmas distintas para ofrecer servicios médicos. Incluso, algunas están vinculadas entre sí por lazos familiares.
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Desde 2023, la deuda del IESS con los prestadores externos se disparó y muchos de ellos aseguran que la actividad dejó de ser rentable. Varias clínicas han cerrado sus puertas en los últimos meses. Sin embargo, al mirar hacia atrás, se observa un periodo de bonanza que se extendió por más de una década.
En 12 años, el Seguro Social pagó a 1 087 prestadores de salud. Pero el 50 % de ese dinero fue concentrado por un grupo reducido de 15 representantes legales. Entre ellos destacan hospitales, clínicas y multinacionales que se convirtieron en actores clave del sistema de derivaciones.
El mayor receptor de recursos fue la Junta de Beneficencia de Guayaquil, que obtuvo USD 1 024 millones. La institución informó a Ecuavisa que presta servicios desde 2012 en más de siete especialidades, a través de cuatro hospitales. Aseguró que los pacientes derivados del IESS representan apenas el 15 % de su atención total y que cuentan con registros auditables de cada derivación.
El segundo lugar lo ocupa Davita, una multinacional que concentra 11 empresas con 22 clínicas de diálisis. En conjunto recibieron 458 millones de dólares desde 2013. Aunque la firma adquirió esas clínicas recién en junio de 2024, desde entonces el IESS les desembolsó 50,8 millones. La empresa aseguró que atiende a 5 800 pacientes al mes, de los cuales el 58 % son afiliados al Seguro.
La representante legal de las clínicas es Ana Cecilia Andino, quien antes de la llegada de Davita ya ocupaba cargos de gerencia y presidencia en las compañías. La multinacional aclaró que Andino no es accionista, aunque lleva más de 12 años en el sector renal. También reconoció que el IESS mantiene deudas pendientes, pero que continúan atendiendo a los pacientes.
En tercer lugar aparece Solca, con USD 400 millones recibidos. Su titular, José Jouvin, señaló en un comunicado que la organización presta servicios al IESS desde 2008. Indicó que cada mes atienden a 17 000 pacientes, de los cuales el 41 % provienen de derivaciones del Seguro. Añadió que las facturaciones están sujetas a auditoría y que los recursos se reinvierten en infraestructura y tratamientos.
El Hospital Alcívar de Guayaquil, bajo la razón social Esculapio y Dialcivar, recibió 287 millones de dólares. Su representante, Raúl Alcívar, explicó que desde 2004 han brindado atención a más de 40 000 afiliados, jubilados y dependientes, y que hasta 2024 los derivados del IESS representaron la mitad de los ingresos de la casa de salud. Justificó los montos recibidos afirmando que entre el 60 y 65 % se destinaron a salarios, medicamentos e insumos.
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El quinto grupo de mayor facturación está compuesto por las empresas Servicios Hospitalarios Alboteoton y Teoton Servicios de Salud, que juntas sumaron 268,1 millones de dólares. Estas firmas administran las clínicas Kennedy de Guayaquil y Samborondón, además del Hospital de Especialidades de la Ciudad (antigua Clínica Kennedy Alborada). De acuerdo con la Superintendencia de Compañías, las empresas están representadas por Roberto Ponce, aunque actualmente solo dirige una de ellas. Todas están vinculadas a la familia del actual presidente del directorio del IESS, Édgar Lama, quien hasta el cierre de este reportaje no respondió a la solicitud de entrevista.
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