Las ciudades de Ecuador no están pensadas para las personas con discapacidad
Las personas con discapacidad enfrentan barreras para movilizarse en las ciudades.
Una persona no vidente junto a su perro guía fue impedida de ingresar a la estación de la Ecovía en Quito y el video se volvió viral en redes sociales.
Y no solo eso, sino que el guardia de seguridad le pedía leer las instrucciones sobre el ingreso de mascotas al trasporte público, aunque era evidente que no lo podía hacer.
"19 años en los que hemos sufrido lo indecible. Y es un hecho más, ya hemos endurado la piel", dijo Andy Díaz, la persona que fue impedida de ingresar a la parada del Ecovía.
El espacio público no piensa en las personas con discapacidad
Díaz dice que esto es apenas una muestra de las barreras con las que personas con discapacidad se topan a diario en todo el país, no solo en Quito. Televistazo lo comprobó en un recorrido de apenas dos horas. Edificios que no tienen rampas o rampas que existen, pero no cumplen las normas.
O pisos podotáctiles para las personas con discapacidad visual que les debería permitir guiarse de forma autónoma y segura. Pero que normalmente están obstaculizadas por vehículos.
Y hay situaciones aún más complejas, como las que muestra Patricio, que perdió la movilidad de su pierna por un accidente de tránsito a los 16 años. Intentó abordar una unidad de transporte municipal, pero no lo consiguió por rampas de concreto.
Hay leyes, pero son letra muerta
Lo preocupante, dicen, es que el Ecuador es un país con leyes robustas para las personas con discapacidad. Desde la Constitución de 2008 que reconoce la igualdad de derechos y la inclusión de personas con discapacidad, hasta las normas INEN que regulan la accesibilidad.
Normas y leyes que quedan solo en el papel, porque en la práctica no se cumplen.
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