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Nelson Baldeón y Marcela Reinoso sostienen que los beneficios de tener buenas refinerías se verán a largo plazo
Que el Ecuador dependa del diésel importado no es una novedad, pero los problemas en la Refinería de Esmeraldas, que es la que produce el diésel premium, aumentaron esa necesidad.
Entre enero y agosto, Esmeraldas produjo 1 758 000 barriles. En 2024 fueron 4 117 000. Es decir, hay una reducción del 71 %.
Esto es apenas una pequeña parte de lo que demanda el país. De los 19 millones que se requirieron entre enero y agosto, más del 90 % vino de fuera, se importaron: 17,6 millones de barriles por un valor de USD 1 752 millones.
En 2024, la situación no fue muy diferente: 14 542 000 barriles fueron importados. Se pagó USD 1 620 millones.
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¿Puede Ecuador producir su propio diesel?
Tomando en cuenta estos costos, ¿puede Ecuador producir su propio diésel? El analista Nelson Baldeón dice que sí, pero eso implica construir una nueva refinería con un costo que superaría los USD 4 000 millones.
“Le va a salir más barato en el tiempo. Si usted ve todo este tiempo que se han venido subsidiando estas importaciones, pues le ha salido costosísimo al país. Ya se hubieran hecho unas siete u ocho refinerías con ese dinero”.
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La exgerente de Petroecuador, Marcela Reinoso, dice que otra opción podría ser repotenciar la actual refinería.
"Una primera aproximación de hace algunos años hablaba de un tren de alta conversión de USD 3 mil millones".
Estas opciones tomarían tiempo y la necesidad de un plan del Estado para el sector. Pero abrirían la puerta a un beneficio adicional: exportar derivados de petróleo refinados.
“Hay que tener en cuenta que obviamente los costos de esta infraestructura son altos, pero también los rendimientos pueden dejar al país en mejores condiciones económicas de las que actualmente estamos”.
El ejemplo, insisten los dos analistas, es Perú que invirtió en la refinería de Talara y hoy tiene beneficios.
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