EE. UU. define aranceles desde el 7 de julio: Ecuador a la espera

El sector exportador ecuatoriano espera que Estados Unidos elimine el arancel del 10 % que desde abril pasado se aplica a los productos nacionales que ingresan a ese mercado. Esa confianza se sostiene en el proceso de negociación que el Gobierno ecuatoriano emprendió con la Administración estadounidense, en el que se abordaron los 16 obstáculos comerciales que la Oficina de Comercio de EE. UU. identificó en el caso ecuatoriano.

Desde este lunes 7 de julio, Estados Unidos comenzará a notificar a sus socios comerciales las tarifas que regirán a partir del 1 de agosto. Ecuador es uno de los países a la espera de esa resolución. La imposición del arancel en abril por parte de la Administración de Donald Trump encendió las alarmas del sector exportador nacional, que de inmediato activó gestiones a través del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca.

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Durante 2024, Ecuador exportó USD 5 043 millones a Estados Unidos e importó bienes por 2 736 millones, dejando una balanza comercial positiva de USD 2 307 millones. Estos números reflejan la importancia del mercado estadounidense para la economía ecuatoriana, particularmente para sectores como el bananero, que enfrenta un sobrecosto anual estimado en 70 millones de dólares debido al arancel. Aun así, los exportadores afirman que este valor es asumido finalmente por los consumidores.

"El país está entre los primeros 19 que llegarán a un acuerdo con Estados Unidos", aseguró Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec).

La confianza del sector radica en la estrategia integral con la que el Gobierno abordó la negociación, que incluyó una serie de reformas comerciales. La primera señal fue la reducción de aranceles para vehículos estadounidenses, que pasaron del 35-40 % al 10 %.

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Sin embargo, la agenda ha sido más amplia. En la mesa de diálogo se han tratado temas sensibles como los aranceles mixtos aplicados a productos estadounidenses, los cupos de importación, los subsidios al diésel, las regulaciones de etiquetado, la contratación pública, las barreras técnicas y sanitarias, e incluso el impuesto a la salida de divisas.

Más allá del arancel del 10 %, la meta del Gobierno Nacional y del sector exportador es lograr un acuerdo comercial duradero con Estados Unidos.