La pipa de gas que explotó en Ciudad de México ya deja cuatro fallecidos y 90 heridos

Un grave accidente sacudió el oriente de la Ciudad de México cuando un camión cisterna, cargado con 49,500 litros de gas, volcó y explotó en una de las zonas con mayor tráfico vehicular de la capital. El siniestro ha dejado un saldo de cuatro personas fallecidas, entre ellas un bebé, y un total de 90 heridos, 14 de los cuales son menores. La explosión no solo cobró vidas, sino que también dejó un panorama de destrucción con 28 vehículos calcinados o seriamente dañados.

El incidente ocurrió alrededor de las 14:30 horas en el Puente de la Concordia, en los límites de la alcaldía Iztapalapa con el municipio de Los Reyes La Paz, una ruta clave que conecta la capital con la autopista México-Puebla. La volcadura del camión provocó una fuga masiva de gas que, en cuestión de segundos, culminó en una fuerte explosión. El estruendo se escuchó a kilómetros de distancia y la onda expansiva arrasó con todo a su paso.

Testigos del lugar relatan que “Escuchábamos los gritos de auxilio y cómo algunos conductores trataban de romper los vidrios para escapar”, comentó José Luis Méndez, chofer de transporte público. Héctor Ramírez, comerciante de la zona, relató: “Lo primero que vi fue a una señora en el piso, llorando y con las manos quemadas”. En las jardineras del bajo puente, los cuerpos de rescate improvisaron camillas para atender a los heridos más graves.

Al sitio arribaron bomberos de la CDMX y del Estado de México, elementos de la policía, la Guardia Nacional y el Ejército, que formaron un cerco para impedir el acceso a la zona. La Secretaría de Marina también desplegó personal para reforzar la seguridad. En cuestión de horas, el fuego fue controlado y se inició la quema controlada del gas restante para evitar una nueva explosión.

En el lugar del siniestro, la alcaldesa de la Ciudad de México, Clara Brugada, se hizo presente para supervisar las labores. Informó que se publicará una lista preliminar de víctimas para dar certidumbre a los familiares y destacó la coordinación con el gobierno del Estado de México para apoyar a todos los afectados. A través de sus redes sociales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también expresó su solidaridad y reconoció la labor de los cuerpos de rescate.

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Los reportes más recientes indican que 30 de las personas lesionadas permanecen en hospitales con quemaduras corporales superiores al 50%. Solo 10 de los heridos han sido dados de alta. La tragedia ha afectado a familias enteras, como la de María Salud Jaurrieta, cuyos hijos se enteraron de su accidente por la llamada de un vecino, y la de Juan Carlos Bonilla y su hijo Juan Ángel, quienes se dirigían a surtir su negocio.

Entre los heridos se encuentra el conductor del camión, quien sobrevivió a la explosión pero está en estado grave, según el secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho. Su testimonio será crucial para la investigación que lleva a cabo la Fiscalía capitalina, que busca determinar las causas exactas del accidente.

El vehículo, que transportaba el gas licuado, pertenecía a la empresa Transportadora Silza S.A. de C.V., una filial de Grupo Tomza. Las autoridades revelaron que la empresa no contaba con pólizas de seguro de responsabilidad civil ni ambiental vinculadas a su permiso de transporte. Aún más grave, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) señaló que la planta de donde cargó el camión tampoco tenía un seguro vigente para la actividad.

Esta falta de seguro podría tener graves implicaciones legales para la empresa. Un funcionario de la compañía, que se negó a identificarse, ha negado que el vehículo sea de su propiedad, aunque el logotipo de la empresa era claramente visible en un costado del camión.

El impacto del accidente no se limitó a las víctimas y los vehículos. Como consecuencia, el flujo vial en la zona fue cerrado y los servicios de transporte público suspendieron operaciones.

El suceso trae a la memoria un incidente similar ocurrido en enero de 2015, cuando un camión de gas estalló cerca de un hospital materno infantil en Cuajimalpa, dejando cinco muertos y más de 70 heridos. El recuerdo de aquel desastre refuerza la necesidad de una mayor vigilancia en el transporte de materiales peligrosos en zonas de alta densidad poblacional.

Mientras las labores de peritaje y limpieza continúan, la prioridad de las autoridades es la atención a los heridos y el apoyo a las familias de los fallecidos.

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