Departamento liderado por Musk presiona para acceder a datos personales de estadounidenses

El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos (DOGE), dirigido por el empresario Elon Musk, ha intensificado sus esfuerzos para obtener acceso a información fiscal de millones de ciudadanos a través de un sistema vinculado al Servicio de Impuestos Internos (IRS).

La medida ha generado alarma entre expertos en privacidad y empleados del organismo tributario, quienes advierten que este acceso podría ser utilizado con fines políticos y represivos.

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El DOGE, creado por la administración de Donald Trump, busca acceder al Sistema Integrado de Recuperación de Datos (IDRS), una plataforma utilizada por el IRS que contiene información sensible de los contribuyentes, incluyendo números de Seguridad Social, ingresos, deudas y direcciones personales.

Según revelaron medios, la Casa Blanca aún no ha detallado de qué manera utilizaría esta información para combatir el fraude, lo que ha aumentado la preocupación de que pueda servir como herramienta de persecución contra opositores políticos o figuras críticas del gobierno.

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El intento del DOGE por acceder a este sistema se produce en un contexto donde Musk ha criticado abiertamente a los jueces federales y ha pedido su destitución por frenar decisiones del Ejecutivo. Además, el magnate ha acusado, sin pruebas, a los empleados federales de defraudar a los contribuyentes, sugiriendo que su departamento necesita mayor acceso a información para realizar auditorías masivas.

El IRS cuenta con regulaciones estrictas que prohíben a cualquier funcionario acceder a información fiscal de familiares, amigos o figuras públicas, salvo en casos justificados. No obstante, los analistas temen que el acceso del DOGE al sistema pueda dar pie a un uso arbitrario de los datos personales, lo que vulneraría los derechos de privacidad de millones de estadounidenses.

Este no es el primer intento del departamento de Musk de ampliar su influencia en organismos gubernamentales. Semanas atrás, un juez federal bloqueó el acceso del DOGE al sistema de pagos del Departamento del Tesoro, luego de que fiscales generales de 19 estados demandaran la medida, argumentando riesgos de abuso de poder.

"El acceso a información tributaria sin una justificación clara abre la puerta a una posible represión política y a la violación de derechos fundamentales", advirtió un funcionario del IRS.

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La administración Trump ha utilizado una narrativa de combate a la corrupción para justificar la expansión de la autoridad del DOGE, posicionándolo como un "fiscalizador de la eficiencia gubernamental". Sin embargo, críticos señalan que la verdadera intención podría ser controlar información clave y ejercer presión sobre individuos o sectores específicos.

A pesar de las críticas, la Casa Blanca no ha descartado seguir presionando por el acceso a los datos del IRS, lo que podría generar una nueva batalla judicial en los próximos meses.