Los 133 cardenales electores llegan a Roma para elegir al sucesor de Francisco en un cónclave histórico
Con una votación incierta y sin claros favoritos, el cónclave de este miércoles buscará elegir al próximo Papa en medio de tensiones internas y expectativas internacionales.
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Los cardenales Pierbattista Pizzaballa (derecha), Claudio Gugerotti (centro) y William Goh Seng Chye (izquierda) salen tras una reunión.( )
Los 133 cardenales electores ya se encuentran en Roma para elegir al sucesor del Papa Francisco. Con representantes de 70 países, este cónclave se perfila como el más internacional de la historia, con una representación mayoritaria de cardenales provenientes de periferias del mundo, lejos de Europa. A partir del miércoles, los cardenales se encerrarán en la Capilla Sixtina para comenzar el proceso de votación que definirá el futuro de la Iglesia Católica, que cuenta con 1 400 millones de fieles alrededor del mundo.
¿Cómo será el próximo Papa?
El Papa Francisco dejó un legado de reformas, enfocándose en los pobres y las periferias del mundo, pero su pontificado también estuvo marcado por resistencias internas. Según los cardenales, el próximo papa no será un revolucionario como Bergoglio, sino un pastor cercano a la vida real de la gente, con la capacidad de ser puente y guía en tiempos de desafíos.
Un cónclave sin favoritos y con un panorama incierto
Las especulaciones sobre los posibles candidatos son muchas, pero no hay claros favoritos. De los nombres que se mencionan como papables, destacan el cardenal Pietro Parolin de Italia, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, el maltés Mario Grech y el filipino Luis Antonio Tagle. Sin embargo, el cónclave podría alargarse más de lo esperado, ya que algunos cardenales creen que será necesario más tiempo para negociar entre los bergoglistas y los conservadores, buscando un consenso que permita elegir al nuevo pontífice.
La ceremonia secreta y las estrictas medidas de seguridad
El cónclave será completamente secreto: los cardenales no tendrán acceso a teléfonos, internet, ni medios de comunicación, y se realizarán hasta cuatro votaciones diarias. Tras cada votación, las papeletas y actas serán quemadas, y el resultado se anunciará mediante el color del humo que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina: humo blanco significará que ya hay un nuevo Papa, mientras que el humo negro indicará que no hay acuerdo y que se procederá a nuevas votaciones.
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