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20 jun 2025 , 09:47

Toque de queda en Durán: Así son las noches en uno de los cantones más violentos de Guayas

En lo que va de 2025, van 339 asesinatos en Durán. Una de las acciones para reducir los índices, es el toque de queda. Del otro lado, comerciantes piden reactivación económica.

El pequeño letrero con luces led de la discoteca de Martha Rosero resalta en la oscuridad. El local está igual de vacío que la avenida Ponce Enrique, en Durán. En ese cantón del Guayas, nuevamente rige el toque de queda desde las 22:00 hasta las 05:00.

La medida consta en el decreto del presidente Daniel Noboa, firmado el 10 de junio de 2025, en el cual se renueva el estado de excepción. El toque de queda es focalizado, para 20 cantones de Ecuador y una parroquia.

Martha ya perdió la cuenta de los meses que lleva bajo toque de queda. Así mismo, perdió la cuenta del número de clientes que tenía antes. Ahora sabe que un fin de semana puede atender a unas cinco personas cuando antes el local desbordaba de gente y música en esa zona céntrica.

Al frente de la cuadra está el local esquinero de fritadas de Moisés Véliz. Desde hace 10 años montó el negocio donde oferta el plato típico del cantón. Para atender a la clientela que acudía, necesitaba la ayuda de 16 personas, pero ese número se redujo a cuatro.

Ha visto cómo ha mermado el comercio. La esquina que solía llenarse de comensales ha quedado vacía. Contó a Ecuavisa.com que antes vendía por semana entre 45 y 50 piernas de chancho y ahora apenas logra vender 12.

Con el toque de queda, desde las 21:00 le toca empezar a levantar las sillas, limpiar las mesas y el piso. Él y sus trabajadores se apuran cerrando el negocio, cuadrando cuentas y pagando las luces para ir a casa y cumplir con la medida.

Véliz señaló que están de acuerdo con el estado de excepción, pues buscan que se recupere la seguridad en el cantón. Sin embargo, piden medidas más flexibles en los horarios para poder aprovechar la noche y vender más platos.

Con él coincidió Rosero y María (nombre protegido), dueña de un local de comida rápida en una calle secundaria. Ella comentó que redujo sus ventas a un 40 % debido a que no puede atender hasta las 01:00.

Véliz indicó que en la zona céntrica, algunos comerciantes han optado por cerrar definitivamente. En esa área, indicó, no han sido extorsionados, pero la percepción de inseguridad se mantiene y la gente opta por no salir a pasear o a comer. Señaló que el gremio de comerciantes antes tenían unos 30 socios y ahora quedan unos 10.

En un recorrido por la ciudad -considerada una de las más violentas de la provincia- Ecuavisa.com constató las calles desoladas. Desde las 21:30, el movimiento comercial se apaga. Los locales estaban cerrados y apenas en unas calles principales, algunas personas desafiaron el reloj y mantenían las luces de las carretillas de comida rápida esperando clientes.

La Policía patrulla las distintas vías para verificar el cumplimiento dela medida. Los agentes se bajaron al pie de una vivienda donde unas señoras jugaban bingo y les pidieron que se vayan.

En la siguiente calle, unos cinco hombres estaban reunidos. Fueron requisados para constatar que no tengan armas o droga y se los retiró de la vía.

En otras zonas como Abel Gilbert, también había contadas carretas de comida, sin clientes. También uno que otro hombre o señoras caminando en medio de la oscuridad en camino a casa . Hasta las 23:45, en el recorrido no se evidenció personal militar en la zona.

César, un habitante de Durán, comentó que el toque de queda no se respeta, pues sí saben circular autos o personas. Sin embargo, la mayoría de la población se autoimpuso un encierro debido a la inseguridad. Dijo que aún sin decreto, las personas por temor llegan temprano a casa y los locales cierran temprano, quedando la ciudad en penumbra.

Lo mismo contó Daniel, cuyos padres viven en ese cantón. Ellos llegan temprano a casa y ya no salen. El temor de que ocurra una balacera o un atentado, hace que se queden en el hogar.

Desde las 22:00, la Policía recorre las calles del cantón Durán para verificar el cumplimiento del toque de queda.
Desde las 22:00, la Policía recorre las calles del cantón Durán para verificar el cumplimiento del toque de queda. ( )

Los toques de queda, ¿una medida efectiva para reducir los delitos?

Durán ha sido considerado uno de los cantones más violentos de Guayas, después de Guayaquil. Según las cifras de la Policía, entre enero y junio de 2025 se contabilizan 339 asesinatos. Un aumento de más de 100 casos comparado con el mismo periodo de 2024. (Ver cuadro).

Uno de los objetivos de la fuerza pública es reducir los índices. El capitán Diego González explicó que la medida como el toque de queda, ayuda a mantener el control. Dijo que el circuito El Arbolito es uno de los más conflictivos del cantón y con la renovación del estado de excepción, se instalaron dos controles permanentes en el ingreso y salida de ese sector, con barricadas.

Aseguró que esa táctica ha permitido que en 20 días, no se haya reportado una muerte violenta en el circuito. Así mismo, se mantienen los patrullajes aleatorios por los distintos puntos, como cerro Las Cabras, El Recreo, Panorama, La Herradura y Fincas Delia.

En este último sector, constantemente se han ejecutado allanamientos y se han detectado viviendas usadas por los grupos criminales para mantener a personas secuestradas. En el ingreso a la zona también se mantiene un punto de control fijo, sostuvo González.

A eso se suman otras estrategias -ejecutadas desde hace meses- como los operativos de intervención denominados Tormenta o Apolo.

Pero, ¿los constantes toque de queda ayuda a reducir la inseguridad? Moisés Véliz, comerciante, señaló que llevan años con estado de excepción y sobre todo, toque de queda. De hecho, en el gobierno de Guillermo Lasso se decretaron 18 medidas y en los dos periodos de Daniel Noboa, van 12.

El motivo ha sido el conflicto armado interno, que fue declarado desde enero 2024 y se mantiene. El experto en seguridad Fernando Carrión explicó que con el tiempo, estas restricciones mostrarían la "incapacidad que existe para controlar esos lugres por la cantidad de efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas".

Carrión detalló que la restricción de movilidad tiene impactos en la parte cultural, porque la gente se cuida en sitios privados y la economía decae, principalmente los locales que atienden de noche como restaurantes o bares.

Según el experto, hay una lógica de reproducción del delito. Dijo que menos economía representa menos empleo y eso termina impactando en la seguridad.

El toque de queda también repercute en el ámbito social y psicológico de las personas. El sociólogo Javier Gutiérrez explicó que demasiado tiempo con la medida puede causar preocupación, ansiedad, que las personas pasen en un estado de alerta constante y hasta padezca trastornos del sueño.

Según Gutiérrez, el encierro prolongado puede también conllevar conflictos intrafamiliares por el estrés y violencia de género. Sostuvo que a nivel social, se genera desconfianza entre vecinos y barrios. Además de desconfianza en las instituciones.

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"Con tantos estados de excepción y toque de queda se vuelve normal para la gente vivir así, en desconfianza, en medio de la violencia y excesivo control. Estamos destinados a vivir mal, siendo cuestionados por otras provincias. Se normaliza la situación", Javier Gutiérrez.

El sociólogo comentó que también se puede generar una frustración colectiva porque los negocios se ven obligados a cerrar por las pérdidas económicas.

Pese a eso, reconoció que en medio de la situación también se crean proyectos positivos. Manifestó que hay comunidades que se vuelven resilientes y se organizan para activar mecanismos de ayuda social.

Personas resilientes como Moisés, Martha, María, que aún luchan a diario para mantener a flote sus negocios y seguir dando trabajo a más personas. Los comerciantes esperan reunirse con las autoridades para buscar mecanismos de reactivación económica. Esperan que el cantón salga del estigma negativo y vuelva a tener vida, luces, música y color.

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