Un estudio revela que la eliminación del subsidio al diésel tendría un impacto mínimo en el precio de los productos

Una vez que comenzó el paro nacional por la eliminación del subsidio al diésel, uno de los temas que ha generado mayor interés es el incremento de los precios. Los dirigentes del movimiento indígena sostienen que el ajuste económico, implementado por el presidente Daniel Noboa, solo golpea a los más pobres del país.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) advirtió que estas medidas económicas afectarán a millones de familias, pues se encarecerá la canasta básica y afectará la producción de alimentos. Además, “sacrifica la vida, salud y educación del pueblo”. “El primer mandatario prioriza las cifras macroeconómicas para el Fondo Monetario Internacional (FMI)“.

No obstante, economistas consultados por Ecuavisa.com sostienen que el impacto no sería tan fuerte. Un estudio realizado por la Facultad de Economía de la Universidad San Francisco muestra lo que sucedería con los precios de cuatro productos que son habituales en la alimentación de las familias ecuatorianas: banano, leche, papa y arroz. Además, cuánto más costaría transportarlos al mercado mayorista más cercano y cuánto más se gastaría al mes.

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El alza puede variar entre un centavo (en el caso de un litro de leche o de 1 kg de papa) hasta los cuatro centavos (en el caso de 1 kg de arroz). Estos incrementos supondrían que el gasto mensual en estos cuatro productos de un consumidor típico aumente en USD 0,35. Extrapolando de manera sencilla a una canasta compuesta por 28 productos, el costo mensual aumentaría en torno a los USD 2 o USD 3.

¿Cuánto aumentaría el costo de alquiler de un tractor para labores de agricultura? Aproximadamente, debería subir en torno a los USD 2,52 por hora (asumiendo un precio del diésel sin subsidio de USD 2,3).

En este cálculo, realizado por el catedrático Pablo Vega, primero se estima la cantidad de diésel utilizada de forma directa para producir un kilogramo o un litro del producto. Le añadió los costos de transporte al mercado mayorista principal más alejado (Quito o Guayaquil). Asimismo, consideró a los cultivos y haciendas con una tecnificación media-alta ya que son los que utilizan más equipamiento y requieren más de ese combustible. Así se puede ver que un escenario que más diésel consume para estimar un rango superior del incremento en los valores de estos productos.

Como conclusión, el documento señala que el incremento de los precios será de centavos por kilogramo o litro del producto y representarán alzas entre el 2% y el 8%, dependiendo del producto, del tipo de cultivo o hacienda y de los kilómetros que tenga que viajar el producto hasta su destino final.

De otro lado, en el caso de los alimentos es muy improbable que suban los precios más allá el incremento lógico por la subida del diésel. La razón: existen muchos productores y la vida de la mayoría de los productos es reducida. Por ejemplo, la leche fresca solo puede durar aproximadamente una semana. Si un productor cobrara un precio excesivo, los consumidores pueden escoger comprar a otro productor.

Al no venderla, el productor tendrá que reducir el precio hasta valores razonables o el producto se echará a perder.

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Si bien este estudio se realizó en 2019, Mónica Rojas, decana del Colegio de Economía de la Universidad San Francisco de Quito, esta realidad sí se aplica en la actualidad. "No ha cambiado (la realidad) al estar dolarizados, los precios se han mantenido relativamente estables". Además, la inflación en el Ecuador sigue siendo baja, incluso más que la de Estados Unidos, que es el país de referencia por tener la misma moneda.

Considera que hay mucha especulación y falta de entendimiento respecto a los alcances de la eliminación del subsidio al diésel.

A su juicio, también existe un desconocimiento entre la diferencia de un ajuste en el costo e inflación. Si solo hay un incremento en los precios en un mes y después se mantienen estables, eso no es inflación. Se trata de un ajuste en los costos, pero después ya no hay alza. "Para que exista inflación tienen que incrementarse los precios todos los meses".

Cuando se toman medidas como la eliminación del susidio -acota la catedrática- hay muchísima incertidumbre en el mercado. Ante ese nerviosismo, la gente trata de protegerse y los vendedores lo hacen aumentando los precios más allá de lo que dictaría un análisis más profundo. Entonces, desde ahí el impacto debería ser menor.

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El analista económico Juan Rivadeneira señala que se vivirán tres momentos que serán claves tras la eliminación del subsidio. El primer efecto es la especulación que se vive en los mercados y el Gobierno Nacional trata de controlar. Luego vendrá un nuevo nivel de precios y es el segundo momento. "El equilibrio que va a existir es producto del aumento en el costo de quienes tendrán que asumir el aumento".

Esto se dará en algunos meses porque las compensaciones del Gobierno ayudarán a controlar a la inflación. A su criterio, lo último vendrá cuando los bonos hayan cumplido su ciclo. Ahí se verá el precio real del diésel y habrá una revisión completa de cómo quedarán los costos de la cadena productiva.

Tras el equilibrio de precios y se terminen las compensaciones, se tendrán que ajustar muchos costos. En esta tercera etapa, ya no solo tendrá que ver con los valores de los productos, sino un escenario más complejo, pues habría que ajustar los precios de los pasajes del transporte público. ​​​​​​

En un año aproximadamente se verá el impacto real, cuando ya pase el tema de compensaciones y todo.

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