07 feb 2024 , 06:05

Durán, un mes después del conflicto interno armado: "Da miedo esta tranquilidad"

Uno de los cantones más conflictivos de Ecuador registra bajos niveles de violencia, una realidad atípica que sorprende y hasta asusta a los ciudadanos. Aquí sus testimonios.

A dos días de que se cumpla un mes desde la declaratoria del conflicto interno armado, Durán, considerado el cantón más peligroso de Ecuador, vive una extraña calma.

La mañana de ayer, 6 de febrero, la zona comercial en el centro del cantón está animada y con tráfico; aunque tiendas y restaurantes están abiertos, algunos lucen vacíos, sin clientes. En contraste, se pueden observar, además, varios domicilios y tiendas con carteles de "se vende" o "se alquila".

No es sorpresa que muchos habitantes busquen mudarse. El cantón, que cuenta con una población de 300 000 habitantes y colinda con Guayaquil, cerró el año pasado con 440 asesinatos, una cifra que se cuadruplicó en comparación con 2022, cuando se registraron 121 homicidios.

LEA: Durán detrás de las aulas: "Hay alumnos que se sienten orgullosos que familiares pertenezcan a bandas"

Durante un recorrido por el cantón, Ecuavisa recopiló la visión de diversos residentes que desde la declaratoria que movilizó a las Fuerzas Armadas perciben una reducción de la inseguridad, aunque las alertas persisten. Estos son sus testimonios.

"Está un poco más tranquilo, pero no es que estemos tan confiados"

Desde la intervención de las Fuerzas Armadas el pasado 9 de enero, según información entregada a este medio por parte de la Policía, se ha registrado una considerable disminución en los casos de muertes violentas.

Lo que contrasta con la primera semana del mes, donde solo el 1 de enero, 22 personas fueron asesinadas. Pero la situación empeoró. Para el día 7, la cifra alcanzó los 44 homicidios. ​​​​​​La violencia criminal se concentró en los circuitos más conflictivos: Recreo (15), Divino Niño (14), Abel Gilbert (11), Arbolito (5), entre otros.

Sin embargo, el panorama de las siguientes semanas cambió de forma radical. Entre el 8 y 14 de enero los crímenes descendieron a ocho. En la tercera semana, la cifra disminuyó a cinco. Finalmente, entre el 22 y el 28 de enero, se reportó un único fallecimiento.

De ese cambio, han sido testigos moradores en Durán que residen allí hace décadas. En las afueras del Municipio, se encuentra Daniel (nombre protegido) esperando una carrera, él es taxista y reside en el cantón hace 24 años: "Ha mejorado bastante, antes era un terror a qué pasajero coger, así sea hombre o mujer (...) Está un poco más tranquilo, pero no es que estemos tan confiados".

Él mantiene algunas medidas de seguridad, por ejemplo, Daniel evita tomar rutas que atraviesen los circuitos de Recreo o Divino Niño. Además, ha reducido los horarios de trabajo solo hasta las 22:00 horas como precaución adicional.

LEA: "Es una zona de candela": así es vivir en el cerro Las Cabras, la favela criminal de Durán

En la misma línea, Ángel Mora, un residente de la cooperativa Cinco de Junio desde hace 20 años, comenta que ha recuperado la confianza para salir a la tienda o a los parques. "Ya no se escuchan balas, uno ya puede salir a comprar", afirma.

Pese a que la medida del toque de queda ha sido implementada en el pasado en Durán, ahora, Mora resalta, sí se ve presencia militar obligando a que se cumpla "andan recorriendo, paran taxis y motos, eso es lo mejor".

Pero, al igual que, Daniel reconoce que las alertas continúan: “Da miedo esta tranquilidad”.

Quote

"La tranquilidad también asusta, en 2023 casi todo el año permanecimos en zozobra por las matanzas y balaceras, imagínese ahora estar en una tranquilidad extrema, igual andar con cuidado", residente de Durán hace dos décadas.

Sin embargo, la percepción de una supuesta calma varía entre los residentes. Para Jaime (nombre protegido), quien es dueño de un restaurante ubicado en la cooperativa María Piedad, donde ha residido toda su vida, dice, que por el miedo aún latente los comensales no llegan.

"Este negocio, al igual que otros, se ha visto afectado desde que comenzaron los sicariatos, los robos, y las muertes", declara. Asimismo, señala que las extorsiones continúan, siendo en su caso la exigencia de comida: "El tipo viene y dice todo tienen que copiar". Una realidad reconocida también por los agentes de policía locales.

Por ello, tampoco ha bajado la guardia: "Hay que estar alertas, se escucha una moto (...) uno máximo 19h00 ya estamos encerrados como pollos".

Un restaurante sin clientes en la cooperativa María Piedad, en Durán.
Un restaurante sin clientes en la cooperativa María Piedad, en Durán. ( )

Según fuentes policiales, la disminución de la violencia en la zona no solo se atribuye al aumento de operativos y presencia de las Fuerzas Armadas, sino también a otras acciones en el país, como los significativos decomisos de droga realizados en el último mes y al control gradual en las cárceles.

Noticias
Recomendadas