10 ago 2025 , 08:09

Cuenca, el refugio favorito de la comunidad estadounidense desde hace más de una década

Aproximadamente 10 000 ciudadanos norteamericanos viven en la capital azuaya. Escogieron la ciudad por el clima y la seguridad. Con Ecuavisa.com contaron su experiencia.

Al pie del río Tomebamba, en el sector Puertas del Sol, se levanta la denominada Nueva Cuenca. Se trata de una zona con edificios modernos, de ladrillos naranja, cafeterías, restaurantes y más.

Desde temprano, solos, acompañados o con mascotas, extranjeros de la tercera edad salen a caminar por el parque lineal lleno de eucaliptos, al pie del río. En este sector se asienta mayormente la comunidad estadounidense que encontró en la capital azuaya, su segundo hogar.

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Desde hace más de 15 años, adultos mayores de Estados Unidos empezaron a llegar a Cuenca de paseo. El clima, la hospitalidad y la seguridad, atrajeron a los ciudadanos de ese país, que poco a poco, se enamoraron de la ciudad.

Bob Fry es uno de los aproximadamente 10 000 norteamericanos que viven en cuenca. Contó que tenía amigos que ya vivían en Ecuador y vino con su familia a comprobar lo maravilloso que decían que era el país. Cuatro meses después, se mudó a Cuenca.

A Fry le encanta el clima de la ciudad. Es oriundo del medio oeste de Estados Unidos, donde la temperatura es extrema en verano e invierno. "La gente es muy amable y servicial, nos sentimos como en casa en cuanto llegamos", expresó.

De acuerdo a cifras de la Policía Nacional, Cuenca se constituye como una de las ciudades más seguras, con apenas cuatro muertes violentas entre enero y agosto de 2025. Las autoridades registran una reducción del 30 % en delitos como robo a vehículos y domicilios.

La seguridad fue uno de los factores por los cuales Dennis McMakin se mudó a Cuenca hace 13 años. En esta ciudad, dijo, puede caminar tranquilo de día o de noche. En algunos barrios cercanos, la gente ya lo reconoce y lo saluda.

McMakin comentó que conoció a una cuencana de la cual se enamoró, ese fue su segundo y más importante motivo para convertir esta ciudad su nuevo hogar. Bromeó con tener papeles para "morir aquí" y enfatizó que no volverá a Estados Unidos.

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Aunque no se ha mudado al 100 % en Cuenca, el estadounidense conocido como Smile pasa cada tres o cuatro meses en esta ciudad. Explicó que en 2013 se jubiló y decidió viajar para no estar en casa. Primero fue a Buenos Aires (Argentina) y luego llegó a la capital azuaya, que le encantó.

Su hija, su yerno y su nieto aún viven en Florida (Estados Unidos) y por eso va a visitarlos regularmente. Smile señaló que la seguridad, además del clima, hacen de Cuenca un sitio ideal para pasar sus años de retirado.

Desde hace 15 años, empezó a crearse la comunidad estadounidense en Cuenca. son aproximadamente 10 000 norteamericanos los que viven en la ciudad y otros 10 000 que residen en otras zonas de Ecuador, puntualizó Edward Lindquist.

Lindquist llegó al país hace 13 años para emprender algunos negocios. Contó que en aquella época, hubo revistas y publicaciones que detallaban los beneficios de jubilarse en Ecuador, lo que motivó a muchos de ellos a vivir acá.

Según él, el país estaba entre los cinco mejores lugares para jubilarse. Poco a poco, la comunidad fue creciendo hasta el número antes mencionado.

Lindquist indicó que la comunidad estadounidense suele organizar ciertos eventos. Él va solo a uno, en el apenas reconoce a un 10 o 20 % de jubilados norteamericanos.

Contó que antes de la pandemia, la revista que él fundó patrocinaba un premio humanitario para jubilados. En dicho evento, se nominaba hasta unas 400 personas por su contribución a la sociedad de Cuenca.

Lindquist comentó que cuando un norteamericano viene a vivir a Cuenca u otra ciudad del Ecuador, generalmente no conoce a nadie. Algo que no ocurre con un latino que va a Estados Unidos, quien seguro tiene ya un familiar residiendo en ese país.

Según Lindquist, los estadounidenses se reúnen en iglesias angloparlantes, van al teatro a cualquier actividad organizada. Dijo que basado en su experiencia, se congregan en grupos pequeños.

Los cuencanos son amables y serviciales, por lo que contó Lindquist, no han tenido problemas en todos los años residiendo en la ciudad. Destacó que los estadounidenses -como extranjeros- son respetuosos y eso ayuda a mantener una buena relación con los cuencanos.

Lamentó que la única barrera que tienen para integrarse más es el idioma. Dijo que son muy pocos los norteamericanos que dominan el español y tienen dificultades para comunicarse.

Justamente por este motivo, el equipo de Ecuavisa.com realizó las entrevistas en inglés, y tuvieron que ser traducidas al español.

¿Sabías que?
Según Edward Lindquist, la edad promedio de los norteamericanos que residen en Cuenca es de 70 años.
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