Bandas criminales reparten juguetes en Navidad como una de las estrategias para captar a menores en Ecuador

En las redes sociales se difundió un video en el que se observa una tarima con niños, animadores, globos y personajes disfrazados hasta un Mickey Mouse. Inicialmente, parecía ser un evento relacionado con las festividades navideñas, pero la naturaleza del acto cambió cuando un hombre acompañado de otros detrás, intervino: "Agradecemos a la firma Los Choneros, a Los Fatales Daule y, sobre todo, a la firma Fito MV Chorrón y la O".

El "evento navideño" promovido por bandas criminales tuvo lugar en el sector de La Yolita, en el sur de Daule, en Guayas. Lo cierto es que no es el único caso.

El pasado 1 de diciembre se difundió un panfleto firmado por "JK Los Tiguerones" en Bastión Popular, donde también solicitaban juguetes para los niños del sector, dándoles un plazo de cuatro días para su entrega. El mensaje expresaba: "Le solicitamos muy respetuosamente la colaboración de 500 juguetes, 250 juguetes de niñas, 250 juguetes de niños".

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Aunque era un secreto a voces, esta práctica que busca perpetuar la idea del "delincuente amigo" ocurre hace tiempo en Ecuador. De hecho, se ha proliferado en los últimos cinco años; la Policía reconoce que ahora se replica en distintas provincias como El Oro, Guayas, Manabí y Los Ríos. Aquí los detalles.

Otro video que data de 2022, publicado en la cuenta de Youtube, JF Music Entertainment, relacionada a Los Choneros, retrata lo impensable. En una cancha de fútbol, según la descripción, cerca de 5 000 niños recibieron regalos, comida, caramelos, show musical, un Papa Noel, pero hasta se visualiza una ambulancia y carro de los Bomberos.

El clip, que tiene una duración de un minuto y 48 segundos, revela que algunos niños, incluso, llevan puestas camisetas con el mensaje: "Mi Navidad. JR un amigo". Además, se distribuyeron calendarios navideños con la fotografía de Junior Roldán.

"Buscamos la paz, buscamos un cambio, ninguna organización ha hecho lo que hace los Choneros", decía la descripción del video. Lo relatado sucedió en El Triunfo, el cantón de donde era oriundo Junior Roldán, alias JR, el segundo cabecilla de Los Choneros y quien fue asesinado este año en Colombia. Allí, él realizó por años agasajos navideños y conciertos masivos que serían costeados con las ganancias de las actividades ilícitas.

Una práctica que no era nueva, el pionero del "delincuente amigo" tuvo sus inicios en las décadas de 1970 y 1980, de la mano del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, fundador del cartel de Medellín, "la historia de Escobar marcó muy fuerte a la historia de Ecuador", y todo el contenido que venía del país vecino, dice Katherine Herrera, experta en seguridad.

En el país fue especialmente común en la frontera norte, que se proliferó con la implementación del Plan Colombia, entonces, la presencia de las guerrillas se trasladó a Ecuador formando alianzas con la comunidad local a través de donaciones, generando fuentes de empleo (ilícitas), detalla la analista.

Aunque era un secreto a voces, se mantenía en la clandestinidad. Un aspecto que fue cambiando en los últimos cinco años, pues Ecuador dejó de ser un país de paso para convertirse en el escenario de disputas entre más de siete grupos criminales con sus respectivas subdivisiones, marcando una mutación en la dinámica delictiva.

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Con la proliferación de estos grupos, señala Herrera, la necesidad de mano de obra para cometer delitos aumentó. Inicialmente, los grupos reclutaban a ciudadanos con experiencia previa en actividades delictivas para sumarlos a sus filas. Sin embargo, evolucionó hacia la captación de niños, niñas y adolescentes.

Por eso, dice la analista, detrás de los agasajos navideños por parte de estas bandas criminales, se esconde la captación de menores "a través de regalos, tecnología, celulares, tablets, los comienzan a convencer", dice y destaca que la captación de jóvenes ha aumentado un 35 % con respecto al año anterior, configurando el delito de trata de personas.

Muchas veces, las víctimas, cuando quieren salir ya es demasiado tarde, pues las bandas los amenazan con atentar contra sus familiares.

Así la falta de desarrollo y la ausencia del Estado actúan como catalizadores para la formación de lo que se denomina un "estado ilegítimo" en estos barrios.

En este contexto, Herrera señala que las bandas buscan alcanzar tres objetivos principales: ganar la lealtad de la población, es decir, formar militantes (por miedo, muchos terminan cediendo), segundo, tener control sobre el territorio, y presentar a la fuerza pública como el enemigo.

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Para ello, se apersonan de las necesidades de la comunidad como una forma de verse como la figura de "el salvador". Cada cabecilla de estas bandas en los barrios realiza labores de inteligencia para identificar las necesidades específicas de la comunidad, agrega la analista.

Por ejemplo, describe, en Esmeraldas, se utilizan incentivos como tecnología o materiales agrícolas para persuadir a la comunidad. Mientras tanto, en Guayas, la estrategia se basa en ofrecer juguetes, dinero y alimentos como medio de convencimiento.

El riesgo principal es que se degrade aún más el tejido social, erosionando la confianza en el Estado y las autoridades. Esto puede llevar a que la comunidad normalice este comportamiento.