Chespirito, invasión mexicana en Hispanoamérica

Una de las voces mexicanas que no necesita presentación será retratada en una serie producida por HBO. Chespirito, sin querer queriendo, estrenará su primer capítulo este 5 de junio de 2025, con el que narrará la vida de Roberto Gómez Bolaños y sus personajes emblemáticos como El Chavo del 8, el Chapulín Colorado, Chómpiras, el Dr. Chapatín, Chaparrón Bonaparte, Quico, Don Ramón, la Bruja del 71, Doña Florinda, Chilindrina, entre otros.

El comediante, nacido en Ciudad de México en 1929, se convirtió en unos de los personajes más influyentes de la cultura mexicana e hispanoamericana, a pesar de varios escándalos a lo largo de su carrera desde la década de 1950 hasta 1992, cuando se emitió el último sketch de El Chavo del 8, después de 25 años de estar al aire.

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Lo dijo el mismo Roberto Gómez Bolaños en su biografía Sin Querer Queriendo, Chespirito viene de Shakespeare chiquito. Así como se le atribuye al escritor inglés el retrato de la vida isabelina de la Inglaterra del siglo XVI, a pesar de que Hamlet era danés o Romeo y Julieta eran italianos, a Gómez Bolaños le destacan por la narración de la conducta mexicana - inclusive latinoamericana - de la década de 1970. Antes de llegar a eso, el comediante cruzó por otros espacios.

En la década de 1950, Chespirito trabajó como guionista para los comediantes Viruta y Capulina. Dicha colaboración le abriría puertas para presentarse en el programa Los supergenios de la Mesa Cuadrada, emitido entre 1968 y 1971 según FilmAffinity, donde se encontró con gran parte de los apellidos con los que trabajaría gran parte de su carrera artística y pelearía por los derechos de los personajes de su programa más reconocido, El Chavo del 8.

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El primer programa del Chavo del 8 fue emitido el 20 de junio de 1971. En ese episodio, el reconocido personaje de Chespirito llega a la vecindad en el momento que Don Ramón quería fotografiar a su hija, la Chilindrina. El hombre de bigote le pregunta al niño y él contestó: "Un día mi mamá no pasó a recogerme y los demás tampoco". Desde ese momento, la historia sobre una vecindad en México duró 25 años.

La relación entre todos los integrantes de la vecindad no fue sostenible. Chespirito estuvo en una batalla legal contra María Antonieta de las Nieves y Carlos Villagrán, quienes interpretaron a la Chilindrina y Quico, por los derechos de los personajes que aparecían en el Chavo del 8.

Una de las batallas la ganó Chespirito y la otra la perdió. Roberto Gómez Bolaños logró quedarse con los derechos de Quico; sin embargo, María Antonieta de las Nieves le quitó el dominio sobre La Chilindrina con el argumento de que dicho personaje existía antes de El Chavo.

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En 1970, el prototipo de La Chilindrina inició en el episodio 9 del programa Los Supergenios de la Mesa Cuadrada, conocido como La Mococha Pechocha, donde apareció el nombre del personaje. En dicho programa actuó Chespirito, María Antonieta de las Nieves, Ramón Valdés y Rubén Aguirre, e incluso estuvo Enrique Segoviano, quien dirigió episodios de El Chavo, estuvo detrás de la cámara.

En cambio, al no tener un soporte legal para quedarse con Quico, Carlos Villagrán intentó hacer variantes del personaje hasta el punto de ir a Venezuela a interpretarlo en 1982, pero con el nombre cambiado, ahora se llamaría Federrico. Incluso, actuó Ramón Valdés, pero esta vez sería Don Moncho.

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La relación Televisa, Chespirito y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue tensa. Era conocida la estrechez de los vínculos entre el conglomerado de televisión y el Gobierno priista, que en agosto de 1990 el escritor peruano Mario Vargas Llosa calificó como “la dictadura perfecta”, al estar alrededor de siete décadas en el poder. En ese continuismo nadó Roberto Gómez Bolaños.

Según el escritor Fabrizio Mejía Madrid, autor del libro Nación TV, un rostro simbólico de Televisa fue Chespirito. Además, Mejía señaló en su texto que Roberto Gómez Bolaños rompió los muros diplomáticos con las dictaduras de Jorge Videla en Argentina, Augusto Pinochet en Chile y Francisco Franco en España, para expandir las influencias de la cadena de televisión.

Fabrizio Mejía, en entrevista con el diario El Comercio de Perú en 2013, recalcó dos cosas: la primera, que Chespirito se comparaba con Juan Rulfo - ícono de las letras mexicanas y el autor de la novela Pedro Páramo, que influyó en la escritura de Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez -; y segundo, que Roberto Gómez Bolaños se volvió menos útil para Televisa - por lo tanto, del priismo - al momento de que llegó la década de 1980 y otros comediantes aparecieron con una visión más actual de México.

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Sin embargo, un personaje del calibre de Roberto Gómez Bolaños no llega a ser la influencia en la cultura popular latinoamericana sin ser polémico. Aunque en México su nombre trae tantas alegrías como dudas - al estar conectado a un conglomerado televisivo “bastante odiado”, como dice Mejía -, Chespirito estuvo en las primeras filas de la invasión mexicana en el resto de Latinoamérica y España.