07 jun 2024 , 11:27

La burbuja se reventó ¿Y ahora?

Es momento de que la Liga Pro replantee su modelo económico y busque soluciones sostenibles que no dependan de una sola fuente de ingresos.

   

La Liga Profesional de Fútbol del Ecuador (Liga Pro), establecida con gran esperanza el 20 de abril de 2018, enfrentó un duro golpe este jueves con el anuncio del rompimiento del contrato con GolTV.

La cadena, propiedad del uruguayo Paco Casal, adeuda unos 19 millones de dólares a los clubes por los derechos de transmisión, según lo reveló el presidente de la Liga Pro, Miguel Ángel Loor, una deuda que no ha hecho más que confirmar que la burbuja económica del fútbol ecuatoriano se reventó hace tiempo.

Cuando se firmó el contrato de 10 años con GolTV, se prometía un pago base de 314 millones de dólares a lo largo de la década, con una proyección de 265 millones adicionales en excedentes que nunca se materializaron.

Este acuerdo generó expectativas muy altas entre los clubes, que esperaban recibir unos 30 millones de dólares por temporada. Bajo el mando de Loor, los equipos confiaban en que esta fuente de ingresos fortalecería la economía del fútbol ecuatoriano.

Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta. GolTV comenzó a retrasarse con los pagos debido a la pandemia del Covid-19, y para octubre de 2021, la deuda acumulada era crítica, alcanzando unos 14 millones de dólares. Este incumplimiento fue un presagio del colapso que estaba por venir.

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La lección es clara: las promesas grandiosas no son garantía de éxito, y la viabilidad a largo plazo requiere de estrategias realistas y sólidas.

Los clubes, cuyas economías dependen en gran medida de estos ingresos, entre el 70% y el 95% de su presupuesto anual, están muy desesperados en estos días por no poder cumplir obligaciones que los vienen ahogando, desde deudas de servicios básicos de sus instalaciones hasta salarios de jugadores (actuales y pasados) que causan sanciones e inhabilitaciones, ¡así de grave es el asunto!

Pero Loor les pedía paciencia, argumentando que era mejor esperar el pago de lo atrasado que romper el contrato por incumplimiento. Esta postura se mantuvo a pesar de las crecientes tensiones y de los intentos fallidos de GolTV por aliviar la situación con pagos parciales y planes de reestructuración de deuda que no cumplió.

Se perdió tiempo, pues la Liga Pro siempre tuvo a su alcance una cláusula para terminar el contrato de forma unilateral por falta de pagos. La tuvo y no la usó hasta ahora.

Los dirigentes de clubes como Liga de Quito, Independiente del Valle, Emelec, Mushuc Runa y Cumbayá confirmaron retrasos de hasta ocho meses.

En este contexto, Loor ya ha comenzado a explorar alternativas para sustituir a la cadena uruguaya. Él dice que dos empresas internacionales y una nacional han mostrado interés, aunque no ha dado detalles de sus ofertas.

La falta de renovación de contratos con las operadoras de televisión por cable, debido a los altos costos impuestos por GolTV, y los insuficientes ingresos provenientes de ESPN y Star Plus, han dejado a la empresa de Casal acorralada en Ecuador.

En este panorama, Loor ya no puede defender lo indefendible. La burbuja económica que infló las expectativas de la Liga Pro ha estallado, y el rompimiento del contrato con GolTV es la culminación inevitable de una serie de decisiones mal encaminadas y promesas incumplidas.

Es momento de que la Liga Pro replantee su modelo económico y busque soluciones sostenibles que no dependan de una sola fuente de ingresos.

La diversificación y la prudencia financiera deben ser las nuevas directrices para evitar que una situación similar vuelva a poner en riesgo la estabilidad del fútbol ecuatoriano.

La lección es clara: las promesas grandiosas no son garantía de éxito, y la viabilidad a largo plazo requiere de estrategias realistas y sólidas.

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