Las madres de los seleccionados lideran una campaña por la paz en Ecuador

Varias madres de los jugadores de la selección, como por ejemplo las de Ángel Mena y Kendry Páez, han lanzado una iniciativa con el respaldo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), buscando promover un mensaje de paz en medio de la creciente violencia perpetrada por bandas delictivas en el país.

La campaña, denominada "Capitanes por la Paz", tiene como objetivo que los capitanes de los equipos nacionales luzcan brazaletes diseñados por las propias madres de los deportistas.

La FEF analizaría activar a un interventor en el caso de Barcelona SC

Estos brazaletes, que serán reproducidos por la empresa proveedora de uniformes para las selecciones, serán entregados en todas las categorías como símbolo de paz para la sociedad, según explicó Francisco Egas, presidente de la FEF.

Egas destacó la importancia de que las madres de los jugadores sean reconocidas como portadoras de buenos valores y modelos a seguir para la juventud. La idea es enviar un mensaje claro de que el fútbol puede ser una herramienta poderosa para promover la paz y los buenos principios.

El dirigente recordó los eventos violentos que marcaron el inicio del año y que retrasaron el inicio de la Liga Pro, que organiza el campeonato ecuatoriano de fútbol, por lo que expresó su deseo de unificar un mensaje que promueva la paz como camino a seguir.

"Tenemos que unificar un mensaje, tenemos que decirle a nuestro país que la paz es el camino, que el deporte es el camino, que el deporte es el pretexto perfecto para llevar un mensaje de paz a nuestra niñez y a nuestro mundo", apostilló el líder de la FEF.

La campaña tiene como objetivo no solo resaltar la importancia del deporte como vía para inculcar valores positivos, sino también generar conciencia sobre la situación de aquellos que no logran alcanzar el nivel profesional en el fútbol.

Egas resaltó la participación activa de madres como la de Kendry Páez y Ángel Mena, subrayando el papel fundamental que desempeñan al guiar a sus hijos hacia el deporte en lugar de exponerlos a la violencia.

Y aseguró que la iniciativa busca extenderse en el tiempo para que pueda tener un impacto duradero en la sociedad ecuatoriana.

"El fútbol tiene algo más que hacer por este país", enfatizó Egas, subrayando la responsabilidad de la comunidad futbolística en contribuir al bienestar general, no solo de aquellos que llegan al más alto nivel, y por ende a su entorno, sino también de quienes no logran cumplir su sueño de ser futbolistas profesionales.