Willian Pacho en el PSG y Moisés Caicedo en el Chelsea fueron piezas clave en los equipos de Luis Enrique y Enzo Maresca, ambos nominados al premio Cruyff al mejor entrenador del año.
Entre los nominados al premio Johan Cruyff al mejor entrenador del año, que es parte del Balón de Oro 2025, hay un detalle que, si bien no aparece en los titulares internacionales, merece destacarse con orgullo desde Ecuador: dos de los cinco finalistas dirigen a futbolistas tricolores que han sido piezas claves en sus logros.
Luis Enrique, del PSG, y Enzo Maresca, del Chelsea, no solo han ganado títulos importantes, sino que han potenciado el rendimiento de jugadores como Willian Pacho y Moisés Caicedo.
Willian, tras una gran campaña en Alemania, llegó a París para la temporada 2024-2025 y de inmediato se ganó el puesto de titular. Bajo la guía táctica de Luis Enrique, el defensor ecuatoriano ganó cuatro títulos en su primer año con el PSG: la Ligue 1, la Copa de Francia, la Supercopa de Francia y la Champions League.
No es casualidad. El técnico español ha construido un equipo con identidad y ambición, y en esa estructura, el central ecuatoriano encajó como anillo al dedo.
Su solvencia defensiva y madurez lo convirtieron en pieza indispensable. El único punto amargo fue su expulsión en el Mundial de Clubes, por lo que no pudo disputar la final que su club perdió.
Por su parte, Enzo Maresca convirtió a Caicedo en el motor del Chelsea que volvió a levantar trofeos. El Niño Moi fue titular indiscutible en la Premier League y clave para lograr la clasificación a la próxima Champios League, así como en la conquista de la Conference League y del Mundial de Clubes de la FIFA, donde los blue vencieron precisamente al PSG.
Con una temporada sólida, Moisés recuperó confianza, continuidad y prestigio tras un primer año difícil en Inglaterra. Todo eso bajo la tutela de un entrenador que supo entenderlo y exprimir su potencial.
En este contexto, las nominaciones de Luis Enrique y Maresca son también un reconocimiento indirecto al trabajo de todos sus dirigidos, entre ellos los ecuatorianos Pacho y Caicedo. Entrenar no es solo diseñar tácticas; es desarrollar talento. Y en este caso, los nuestros han sido beneficiarios directos de esos procesos.
Así que, cuando el próximo 22 de septiembre se entregue el premio en París, Ecuador también tendrá algo por lo que estar expectante. Porque nuestros jugadores están donde se toman las grandes decisiones, son protagonistas de clubes que ganan y que construyen proyectos sólidos.
Y porque cada vez que se menciona a los mejores del mundo, los nuestros —aunque ahora indirectamente— también están en la conversación. Es más, viendo esa lista, Pacho y el Niño Moi merecían más que otros estar entre los candidatos al Balón de Oro 2025 por la influencia que han tenido en los éxitos de sus respectivos equipos.
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