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El defensor ecuatoriano debe revalidar sus brillantes actuaciones y ya tiene su primer reto de la temporada, el duelo de la próxima semana contra el Tottenham por la Supercopa de Europa.
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Willian Pacho en una imagen de archivo.
La temporada pasada fue histórica para el París Saint-Germain y para el fútbol ecuatoriano: el club francés se coronó por fin campeón de la UEFA Champions League y uno de los nuestros, Willian Pacho, fue parte de esa gesta. No solo como espectador, sino como protagonista de una zaga que por momentos lució infranqueable.
Pero apenas unas semanas después de la gloria europea, llegó el trago amargo: el PSG cayó en la final del Mundial de Clubes frente al Chelsea de Moisés Caicedo y eso le impidió cerrar su temporada con broche de oro.
Hoy, con la pretemporada ya en marcha y el debut oficial ante el Tottenham por la Supercopa de Europa, fijado para el miércoles 14 de agosto, Pacho arranca una nueva campaña con el reto de revalidar su lugar entre los mejores.
Luis Enrique ha dejado claro que nadie tiene el puesto asegurado. Las negociaciones para reforzar la defensa con nombres como el ucraniano Ilya Zabarni, del Bournemouth, confirman que el club sigue buscando jerarquía y profundidad.
En ese escenario, Pacho no puede dormirse: debe hacer valer su experiencia internacional, su buen juego aéreo y su capacidad para salir con balón dominado, esas cualidades que lo llevaron del Eintracht Frankfurt a la élite europea.
Desde Ecuador, seguimos cada paso de Willian con una mezcla de orgullo y expectativa. Su presencia en un club del peso mediático del PSG es un reflejo del crecimiento de nuestra cantera, pero también un recordatorio de lo difícil que es mantenerse en la cima.
Lo logrado hasta ahora es importante, pero no basta: el verdadero desafío empieza ahora, con la presión de repetir una temporada de ensueño y con la herida fresca de haber perdido el Mundial de Clubes.
Si algo ha demostrado Willian Pacho en su corta pero intensa carrera es carácter. Desde sus días en Independiente del Valle hasta la conquista de la Champions, ha sabido evolucionar, adaptarse y competir. Ahora necesita reafirmarse como una pieza indiscutible del campeón de Europa, y dejar claro que lo suyo no fue flor de una temporada.
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