16 jul 2025 , 10:53

IDV, una máquina aceitada en modo Copa

El equipo de Sangolquí está en estado de gracia. Líder absoluto en la LigaPro y ahora con la clasificación a octavos de la Sudamericana en el bolsillo.

   

Independiente del Valle hizo lo que tenía que hacer: golear, resolver y dejar la serie prácticamente liquidada. El 4-0 ante Vasco da Gama en el Atahualpa por la Copa Sudamericana no solo fue una muestra de autoridad futbolística, sino también de madurez competitiva.

Sí, es cierto que el partido cambió con la expulsión tempranera de Lucas Pitón —y más aún jugando en los 2.800 metros de Quito—, pero lo verdaderamente importante fue cómo el equipo de Javier Rabanal aprovechó cada minuto extra y cada centímetro de cancha para construir una victoria categórica.

Cuando muchos equipos se diluyen con la ventaja, el Negriazul se vuelve más afilado. El VAR hizo justicia y dejó al club brasileño con uno menos a los 11 minutos, y desde ahí empezó la lección de intensidad y presión alta.

Con paciencia y control, Independiente fue sometiendo a un Vasco sin reacción y con un Fernando Diniz en la banca que, otra vez, luce desbordado fuera de Brasil.

Patrick Mercado, con dos goles, brilló como símbolo del proyecto ecuatoriano que apuesta por los jóvenes con hambre de gloria. Y a su lado, Mateo Carabajal, Claudio Spinelli y Ronald Briones completaron una orquesta afinada que sabe cuándo acelerar, cuándo castigar y cuándo dejar sin aire a un rival herido. Incluso Juan Cazares se dio el lujo de fallar un penal en el cierre. Y no cambió nada.

El contexto hay que contarlo completo: jugar con uno más en la altitud siempre será una ventaja significativa. Pero de eso se trata el fútbol profesional. No hay culpa en ser contundente cuando el rival se equivoca; al contrario, eso separa a los equipos comunes de los que compiten por cosas grandes.

El equipo de Sangolquí está en estado de gracia. Líder en la LigaPro con 40 puntos, y ahora con la clasificación a octavos de la Sudamericana a tiro, Independiente demuestra que no necesita nombres rimbombantes ni promesas vacías. Solo fútbol, preparación y convicción.

¿La tarea está hecha? Casi. En Brasil, el fútbol siempre guarda espacio para las sorpresas. Pero si algo nos enseña este equipo, es que no va a bajar la guardia. Que se cuide el continente: IDV está en modo Copa.

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