30 jul 2025 , 11:34

El delicado caso Joao Rojas

Rojas no solo requiere apoyo para sanar su lesión, sino para no decaer en lo anímico; pero Barcelona está en una encrucijada: seguir esperando o decir adiós.

   

La situación de Joao Rojas en Barcelona Sporting Club se ha convertido en un recurrente debate y una creciente preocupación para la hinchada, la dirigencia y el propio jugador. Sin entrar en juicios, es innegable que su paso por el cuadro torero, hasta el momento, dista mucho de ser el negocio esperado.

El historial de lesiones de Joao Rojas es un factor central en este análisis, en el que primero le expreso mi deseo de una pronta y total recuperación, porque más allá del fútbol, Rojas es un ser humano que debe estar pasando por momentos muy duros.

A sus 27 años, el jugador acumula un preocupante total de 930 días fuera de competencia debido a diversas dolencias, eso equivale a dos años y medio de su carrera sin jugar. Sin duda, Rojas no solo requiere apoyo para sanar su lesión, sino para no decaer en lo anímico.

Su calvario comenzó en 2017 con una rotura de ligamento cruzado en Emelec, que lo marginó por 252 días. Tras una notable recuperación y un salto al fútbol mexicano con Rayados de Monterrey en 2022, la mala fortuna volvió a golpearlo: otra rotura de ligamento cruzado tan solo 10 días después de su fichaje, dejándolo fuera por 218 días. A estas graves lesiones se sumó un desgarro en el fémur en 2023.

La lesión más reciente y, quizás, la más desafiante, ocurrió el 16 de mayo de 2024 jugando para Barcelona SC: una fractura de fémur tras una dura entrada en Copa Libertadores.

Desde entonces, Rojas lleva 440 días sin poder jugar, con 56 partidos perdidos con la camiseta amarilla. La complicación actual, que lo llevará nuevamente al quirófano para un injerto cutáneo en el tobillo debido a problemas de cicatrización, subraya la complejidad de su proceso de recuperación.

La dirigencia de Antonio Álvarez, al momento de fichar a Rojas como agente libre por cuatro temporadas a inicios de 2024, seguramente debió haber evaluado los antecedentes de lesiones del jugador. La apuesta, evidentemente arriesgada, hoy está cobrando un alto precio.

Si bien el costo y el salario mensual de Rojas no son de conocimiento público, la afición se impacienta al ver que un jugador con un contrato de dos años y medio aún por cumplir, y que apenas ha disputado tres meses con el equipo, no puede aportar en cancha.

Más allá de su innegable capacidad futbolística, su prolongada ausencia plantea incertidumbres. La recuperación del jugador es prioritaria, pero el club se encuentra en una encrucijada: seguir esperando —y pagando sueldo sin contraprestación— o llegar a un acuerdo con Rojas para decir adiós a mitad de contrato.

Quote

En Barcelona, la necesidad de mejorar es apremiante, y la falta de retorno sobre la inversión de un salario, del que se desconoce su monto pero que se presume considerable, genera frustración.

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