17 jun 2025 , 13:14

Barcelona SC: la involución bajo Segundo Castillo​​​​​

Segundo Castillo dejará sin excusas el banquillo de Barcelona. Quiso ser solución y terminó siendo parte del problema.

   

Por más ídolo que seas, el banquillo de Barcelona Sporting Club no perdona. Segundo Alejandro Castillo, símbolo de entrega como jugador, no pudo replicar ese espíritu desde la línea técnica.

Su gestión como entrenador será recordada más por el deterioro futbolístico del equipo que por sus intenciones. Barcelona ha involucionado, no solo en resultados, sino en identidad, juego y convicción.

El diagnóstico es claro: el equipo está roto. La derrota 1-2 ante el Manta, en el estadio Monumental y tras dos semanas de pausa por las eliminatorias, fue la confirmación de un ciclo terminado.

No solo se trató de una derrota inesperada, sino de una presentación sin alma, sin ideas y sin reacción. Barcelona no mostró rebeldía ni jerarquía, dos conceptos básicos en su ADN histórico. Un equipo sin respuestas ante la adversidad, que en pleno calendario definitorio parece haber tirado la toalla.

Castillo asumió con la esperanza de imprimirle carácter y sentido de pertenencia a un plantel que venía golpeado. Pero su Barcelona nunca encontró equilibrio ni regularidad.

La eliminación en fase de grupos de la Copa Libertadores fue el primer gran golpe del año. En el torneo local, luego de liderar la LigaPro, perdió impulso y la oportunidad de recuperar la punta.

Los empates con Católica y Cuenca, y las derrotas ante Aucas y Manta, bajaron a Barcelona del liderato, y este miércoles Liga de Quito -en un duelo pendiente- tiene en sus manos la posibilidad de alcanzarlo en la tabla de posiciones.

En los últimos ocho partidos, Barcelona solo ha ganado uno: el Clásico del Astillero. Un oasis en medio de una seguidilla alarmante. Lo más preocupante no es la estadística en sí, sino la manera: un equipo que juega a poco, que luce confundido y carente de plan, que perdió la confianza de sus hinchas y, al parecer, de sus propios jugadores.

Ahora se habla de Ismael Rescalvo como el posible sucesor de Castillo. Un nombre con pasado reciente en el fútbol ecuatoriano, con luces y sombras. Pero antes de pensar en nombres, Barcelona debe reencontrarse con su esencia. Y esa tarea, aunque urgente, no se resuelve solo con un nuevo entrenador.

Segundo Castillo dejará el cargo sin excusas. Quiso ser solución y terminó siendo parte del problema. Lo que Barcelona necesita ahora no es un nuevo intento, sino una verdadera reconstrucción.

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