Los álbumes bisagra en la discografía de Shakira
Entre el 8, 9 y 11 de noviembre de 2025, Shakira tocará en Quito en el marco de su gira Las Mujeres Ya No Lloran. La barranquillera, cuando abrió la venta de las boletas el 10 de julio, cerró dos sold outs en pocas horas, dejando una tercera noche disponible. La artista colombiana agotó instantáneamente la venta de las entradas para dos fechas en el Estadio Olímpico Atahualpa, ubicado en el norte de Quito.
En la historia contemporánea de los conciertos de Ecuador, hay hitos difíciles de comparar, como el sold out de Bad Bunny en la preventa de sus entradas para su concierto en el Olímpico Atahualpa en diciembre de 2022; o las dos fechas agotadas para la mexicana Silvana Estrada en el Teatro Nacional Sucre, en el Centro Histórico de Quito, en 2024.
Desde la década de 1990 hasta la actualidad, Shakira ha cursado por diferentes etapas escuchadas en 13 álbumes. La cantante y bailarina ha estado por una fase rockera, que es como la recuerdan muchos, acercándose en canciones que resaltan su herencia libanesa hasta llegar la cima de la música pop, donde ha rozado con el reguetón y el trap. ¿Pero, qué discos han significado un cambio en la carrera de Shakira?
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Pies Descalzos, el primer hit de Shakira
En 1995, una Shakira influenciada por la música rock y pop de EE. UU. apareció en la portada del álbum Pies Descalzos. El disco con 11 canciones albergó gran parte de sus clásicos que se agregaron instantáneamente en el cancionero latinoamericano.
Pies Descalzos no fue su debut. Aunque no se encuentran Spotify, la barranquillera había grabado dos álbumes anteriormente: Magia en 1991 y Peligro en 1993. Tenía 14 y 16 años en sus primeros intentos, que no tuvieron el éxito, hasta que cumplió 18 años y marcó una estética más madura y vinculada a lo que sucedía cerca a ella.
“Seguía muy apegada a las maneras de los años 80, con cierta tendencia a insistir en baladas románticas que pecaban de sobreproducción en un momento donde el panorama musical pedía otra clase de sonido”, revela el periodista Daniel Ospina en un artículo para el medio digital Infobae, el 29 de septiembre de 2023. Pies Descalzos significaba una escucha más íntima de Shakira a lo que pasaba a su alrededor. La tercera es la vencida.
Ella, pelinegra, de botas y jean azul, cantando canciones como Estoy Aquí, Antología o Dónde Estás Corazón, parecía una versión latina de Alanis Morissette o Natalie Imbruglia. Esta versión grunge pop de Shakira fue lo que lo llevó a la fama continental.
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MTV Unplugged, una ventana a Estados Unidos
En 1998, Shakira lanza el álbum Dónde están los Ladrones, consolidándose como artista y logrando otros clásicos instantáneos: como Octavo Día, una canción filosófica sobre Dios; Moscas en la Casa, una melodía de desamor blusero; u Ojos Así, el acercamiento a rítmicos árabes por parte de ella. Lo que la llevó, con dos álbumes icónicos, a interpretar un MTV Unplugged en el 2000.
Para esa época, los artistas del rock latinoamericano eran los únicos que hacían un MTV Unplugged. Los argentinos Charly García, Luis Alberto Spinetta. Soda Stereo y Los Fabulosos Cadillacs, ya habían gradado. También los mexicanos Café Tacuba, Caifanes y Santa Sabina; incluso, Los Tres de Chile. Shakira fue la segunda en representación de Colombia, después de Aterciopelados, y la única distaba de la tendencia que elegía la cadena de televisión musical.
Antes de terminar el siglo XX, Shakira escaló con uno de los mejores MTV Unplugged latinos. Ella, con pantalones de cuero pegado al cuerpo y el cabello teñidos con rayos rojizos, da una antesala de su movimiento de caderas en la canción Ojos Así, mientras sonaba como si fuera las Mil y Una Noches,.Después de eso, todo mutó.
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Servicio de Lavandería, la mutación a una estrella pop mundial
Un nuevo siglo y todo parecía no haber cambiado tanto. En el mundo del pop de EE. UU. seguían dominando dos divas: Britney Spears y Christina Aguilera, las dos rubias y habían pasado de una imagen sexy inocente de sus inicios a dos bombas sexuales. En ese contexto, entrando al mercado estadounidense, Shakira lanzó su álbum Servicio de Lavandería, el inicio de su invasión mundial.
Escuchar a Latinoamérica no es igual a escuchar al mercado global. Shakira tomó una decisión de transformarse visual y sonoramente para poder entrar en la gran vitrina mundial. Por un lado, físicamente se parecía más a Britney y Christina, de lo que fue anteriormente: rubia y con la piel bronceada.
Era 2001 y la barranquillera lanzó un álbum de 13 canciones, donde algunas tenía una versión cantada en inglés. Suerte se tradujo a Whenever, Wherever; Te Aviso, Te Anuncio, Objection, entre otras. Ahora Shakira era bilingüe. El sonido se volvió más pop, menos rock y comenzó a jugar con otros géneros como el tango. Además, el baile, sobre todo el movimiento de caderas, comenzó a ser su firma. Esta era una nueva Shakira.
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Fijación Oran Vol. 1 y 2, en el Edén de la escena global
Los dos volúmenes de Fijación Oral, lanzados en 2005, tienen las portadas más provocativas de la discografía de Shakira. El título en conjugación de las dos imágenes (una sosteniendo un bebé en brazos y la otra representando a Eva con una manzana en la mano) da una representación del pecado. Estos compilatorios, que en Spotify no se albergan bajo el paraguas de la categoría álbumes de estudio, cubren gran parte de los éxitos de su nueva etapa, con colaboraciones con artistas de talla mundial.
Con Rick Rubin de productor ejecutivo, los dos compilatorios variaron entre la vieja esencia de la barranquillera en Pies Descalzos y Dónde están los Ladrones, y nuevos sonidos. Entre los artistas que la acompañaron está el argentino Gustavo Cerati, con quien tocó No y Día Especial, donde la guitarra del exsoda stereo es esencial; con el español Alejandro Sanz cantaron La Tortura, uno de los primeros acercamientos de Shakira al dembow con unos toques de otros ritmos latinos que seguirán en el resto de su discografía al igual que con Hips Dont’ Lie con el haitiano Wyclef Jean. Por último, su colaboración con el guitarrista mexicano Carlos Santana en Illegal.
Los dos volúmenes muestran los vestigios de la etapa rockera de Shakira y el acercamiento de la barranquillera a otros géneros, que después se vuelven recurrentes. Sin embargo, antes de entrar de lleno a esa fase, colabora con tres canciones para el EP de la adaptación cinematográfica de El amor en los Tiempos del Cólera de Gabriel García Márquez. La artista colombiana se desliza entre el bolero, la balada y el folclor caribeño.
Las Mujeres Ya No Lloran, musicalizar el escándalo
Desde 2009, con el lanzamiento de She Wolf, Shakira entra en un proceso de mayor globalización, donde su música se destaca por una adaptación a los ritmos de moda, letras más sencillas, mayor estado de éxtasis y las colaboraciones se vuelven más recurrentes. Desde Kid Cudi hasta Pitbull, artistas que tuvieron su momento a finales de la primera década de los 2000, salieron en los primeros álbumes de la barranquillera.
Los álbumes Sale El Sol (2010), Shakira (2014) y El Dorado (2017) obedecen el mismo patrón. Aunque hay canciones como Addicted to You, La La La, La Bicicleta y otras más que han pegado en la radio, pero cuyos discos no se han establecido como los anteriores. Durante la producción de esos álbumes, Shakira estuvo en una relación con el exfutbolista español Gerard Piqué, con quien tuvo dos hijos.
El escándalo mediático de la infidelidad de Gerard Piqué a Shakira en 2023 evolucionó de varias canciones al álbum Las Mujeres Ya No Lloran, frase que se popularizó después de la colaboración de la barranquillera con el productor argentino Bizarrap en el Brzp Music Sessions, Vol. 53.
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Shakira vuelve a escuchar su entorno y se acercó a diferentes géneros: trap, rap, regional mexicana y el reguetón. Aunque no son todas las canciones del álbum, hay una recopilación de diferentes entregas dedicadas a Gerard Piqué y su familia. El infortunio se mediatizó tanto que las tonadas se volvieron virales.
Shakira, hoy en día, tienen defensores y detractores. Amantes de la barranquillera de pies descalzos y otros que no se imaginan a otra que no sea rubia y bronceada, pero en su carrera musical ha demostrado que sabe escuchar y mimetizarse para seguir sonando.