Cómo adaptar a los hijos a dormir temprano para el inicio de clases

Con el inicio del nuevo ciclo escolar a la vuelta de la esquina y las vacaciones por terminar, es hora de empezar a pensar en cómo adaptar a los niños a un horario de sueño adecuado para afrontar las clases con energía y buen rendimiento.

Es habitual que durante las vacaciones los pequeños (y los no tan pequeños) de la casa alteren sus hábitos de sueño, quedándose despiertos hasta más tarde para disfrutar de juegos o actividades de ocio. Sin embargo, es fundamental que, independientemente de la época del año, completen sus horas de sueño diario.

Ajustar el horario de sueño después de las vacaciones puede ser un desafío, ya que los niños se han acostumbrado a dormir y despertarse más tarde, por lo que es importante hacerlo de forma gradual. Continúa leyendo para saber cómo puedes lograrlo.

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Dormir bien es esencial para la salud física y mental del ser humano, y con especial énfasis en la salud de los niños. Durante el sueño, el cuerpo se repara y se consolida la memoria, lo que a su vez mejora el rendimiento académico.

Además, un buen descanso permite a los niños estar más concentrados, tener más energía y ser más resilientes ante el estrés, favoreciendo el crecimiento y el desarrollo, y reduciendo los problemas de conducta y déficit cognitivos, según detalla el National Institute of Health (NIH).

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La organización Childrens Health destaca que debemos comenzar a ajustar el horario de sueño del niño al menos una semana o dos antes del primer día de clases. Este mismo sitio menciona que la cantidad de horas que se debe dormir dependerá de la edad de nuestros hijos:

Cada niño tiene necesidades individuales de sueño, pero existen pautas específicas para cada edad que pueden ayudarlo a determinar cuántas horas de sueño puede necesitar su hijo.

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Principalmente los padres deben adoptar estrategias que impliquen una transición gradual y paulatina a un horario de sueño adecuado, ya que hacerlo de golpe puede tener el efecto contrario. Por ello es que especialistas de Childrens Health recomiendan:

1. Ajusta gradualmente el horario de sueño, despertando a tu hijo a la misma hora y adelantando la hora de acostar de forma gradual 15 minutos cada noche.

2. Reinstaura las rutinas nocturnas, estableciendo horarios para varias actividades, como el baño, lectura y demás antes de dormir.

3. Mantén a tu hijo físicamente activo durante el día y reduce la exposición a la luz azul de las pantallas al menos dos horas antes de acostarse.

4. No permitas que tu hijo beba café, té o refrescos de cola, especialmente después del mediodía.

5. Sé paciente, recuerda que volver a una buena rutina de sueño puede llevar tiempo. No te desanimes si tu hijo tiene dificultades para adaptarse al principio.