29 oct 2025 , 09:28

VIDEO | Perros azules en Chernóbil: ¿qué hay detrás de las imágenes que muestran el asombroso pelaje de los canes?

El hallazgo de varios canes con pelaje azul en la zona de exclusión reaviva la atención sobre los descendientes de las mascotas que quedaron atrás en 1986.

   

En medio de las ruinas y los ecos del desastre nuclear de 1986, un nuevo hallazgo ha sorprendido a los voluntarios que trabajan en la zona de exclusión de Chernóbil, Ucrania. Durante una jornada de esterilización y rescate, el equipo de la organización Dogs of Chernobyl, perteneciente al Clean Futures Fund (CFF), encontró a varios perros con el pelaje azul intenso.

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El descubrimiento generó curiosidad y desconcierto. Según el líder del grupo, Darrin, las imágenes fueron tomadas hace pocos días y muestran a animales activos y en aparente buen estado de salud.

Aunque aún no han podido capturarlos para examinarlos, los voluntarios sospechan que los canes pudieron entrar en contacto con algún químico. “No sabemos con exactitud lo que está ocurriendo, pero no tiene relación con la radiación”, aclaró el equipo, respondiendo a los rumores que circularon en redes sociales.

Los canes de pelaje azules aún no han podido ser rescatados.
Los canes de pelaje azules aún no han podido ser rescatados. ( )

Los descendientes de las mascotas que nunca regresaron

Para entender el origen de estos animales hay que remontarse a la primavera de 1986, cuando la explosión del reactor número cuatro obligó a evacuar a más de 120 000 personas de 189 comunidades cercanas. A los habitantes se les pidió dejar atrás todo lo que no pudieran cargar, incluidas sus mascotas, con la promesa de volver en tres días. Esa promesa nunca se cumplió.

Tras la evacuación, el ejército soviético fue enviado a eliminar a los animales abandonados, pero no lograron capturarlos a todos. Los sobrevivientes se refugiaron en los bosques y, con el paso de los años, formaron nuevas manadas alrededor de la central nuclear.

Los perros que hoy viven allí son descendientes directos de aquellas mascotas que alguna vez tuvieron hogar.

Actualmente, se estima que más de 700 perros y 100 gatos viven dentro de la zona de exclusión. Muchos de ellos dependen de los trabajadores de la central nuclear, quienes, pese al riesgo de rabia o contaminación, los alimentan y acompañan. Esta organización busca controlar la población mediante programas de castración, esterilización y vacunación, además de monitorear su salud general.

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Mientras continúan las labores de rescate, los voluntarios esperan capturar a los enigmáticos perros azules para determinar con precisión qué sustancia podría haber causado la coloración. Por ahora, su bienestar parece no estar comprometido, pero el misterio sigue abierto.

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