Los renos en verano tienen un color dorado en la superficie interna de ojos y en invierno un color azul.
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Foto de un reno en el Ártico.( )
Los renos, animales muy conocidos y simbólicos en la temporada navideña, tienen un mecanismo biológico que les posibilita cambiar el color de sus ojos de acuerdo con la estación de verano o invierno.
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Estos animales usualmente viven en regiones frías del hemisferio norte, adaptándose a climas árticos.
En verano, la parte superficial interna de sus ojos se vuelve amarilla o dorada. Esto se debe a una capa interna del ojo conocida como tapetum lucidum encargada de reflejar la luz. Mientras que en el invierno oscuro y sin mucho sol, el color de sus ojos es un brillante azul, permitiendo que capturen y absorban más luz.
Esta modificación en la estructura óptica hace que sus ojos brillen como los de un gato o perro. En el caso de los renos les posibilita que escapen de depredadores en los oscuros meses de invierno y que puedan encontrar mejor su alimento.
¿Por qué este mecanismo ayuda a los renos en invierno?
Los renos perciben la luz ultravioleta (UV) en un rango más corto que el de los humanos, por tal motivo, la visión ultravioleta es útil para que los renos se alimenten y sobrevivan.
Según National Geographic, en invierno los renos se alimentan de líquenes, mismos que absorben los rayos ultravioleta, sobresaliendo a simple vista al verse más oscuros que la nieve.
Del mismo modo, el pelaje del lobo y del oso polar absorben los rayos ultravioleta y los hace más visibles en la nieve, así es como los renos detectan depredadores y huyen.
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