26 dic 2025 , 15:27

Conversar al volante puede ser negativo para las habilidades de conducción

Un estudio afirma que la capacidad visual se ve afectada al entablar conversaciones mientras conduces un vehículo.

   

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Salud de Fujita en Japón, se ha demostrado que hablar significa una carga cognitiva fuerte para retrasar las respuestas esenciales del movimiento ocular. Este hallazgo demuestra que hablar mientras se conduce podría afectar las evaluaciones visuales rápidas.

Lea: 10 de las imágenes más sorprendentes de 2025

El comportamiento de la mirada es significativo, ya que aproximadamente el 90% de la información utilizada para conducir se adquiere visualmente. Cualquier retraso en el inicio o la finalización de los movimientos oculares puede provocar un reconocimiento más lento de los peligros, una menor precisión del escaneo visual y un retraso en las respuestas motoras.

Para investigar esta cuestión, los investigadores pidieron a 30 adultos sanos que realizaran tareas rápidas de movimiento ocular de centro a exterior en tres condiciones diferentes: hablar, escuchar y un control sin tarea. Para ello, se instruyó a los participantes para que miraran lo más rápido y con precisión posible hacia un objetivo visual periférico presentado en una de ocho direcciones.

Lea: La fórmula matemática para envolver perfectamente tus regalos tengan la forma que tengan

Las condiciones revelaron que hablar mientras se conduce afecta al tiempo de reacción

En la condición de hablar, los participantes respondieron preguntas de conocimiento general y episódicas adaptadas de la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler y pautas personalizadas adicionales. En la condición de escuchar, los participantes escucharon pasajes de una novela japonesa.

El orden de las condiciones se aleatorizó en tres días separados. En todos los participantes, hablar produjo retrasos claros y constantes en tres componentes temporales clave del comportamiento de la mirada: el tiempo necesario para iniciar el movimiento ocular después de la aparición del objetivo (tiempo de reacción), el tiempo necesario para alcanzar el objetivo (tiempo de movimiento) y el tiempo necesario para estabilizar la mirada en el objetivo (tiempo de ajuste).

Lea: Dos pilotos de avión trazaron al Grinch en esta Navidad

Ninguno de estos efectos se observó durante las condiciones de escucha o control, lo que sugiere que el acto de hablar y el esfuerzo cognitivo requerido para buscar y producir respuestas verbales crean una interferencia significativa con los mecanismos de control de la mirada.

Estos retrasos parecen leves por sí solos, pero durante la conducción pueden acumularse y provocar una detección más lenta de peligros y un retraso en el inicio de las respuestas físicas. Incluso las conversaciones con manos libres pueden introducir una carga cognitiva lo suficientemente fuerte como para interferir con los procesos neuronales que inician y guían los movimientos oculares.

Lea: Navidad: cuatro juegos familiares para Nochebuena

Noticias
Recomendadas