¿Por qué se contagia el bostezo? Las teorías que intentan explicar este curioso fenómeno

Seguro te ha sucedido: alguien a tu lado bosteza y, sin darte cuenta, tú también lo haces. Este gesto involuntario, asociado comúnmente con el sueño, el cansancio, el aburrimiento o incluso la falta de oxígeno, no solo ocurre en humanos, sino también en animales como los perros y los chimpancés. Aunque es un comportamiento muy común, la ciencia todavía no ha llegado a una conclusión clara sobre por qué se produce su efecto contagioso.

Una de las teorías más populares es la teoría de la empatía, que sugiere que bostezamos al ver a otros hacerlo porque comprendemos e imitamos sus emociones. De hecho, investigaciones muestran que este contagio es más fuerte entre personas cercanas, como familiares o amigos, y menos frecuente con desconocidos

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La teoría neuronal plantea que el bostezo contagioso es simplemente un reflejo del cerebro. Al observar a alguien bostezar, se activan ciertos neurotransmisores que desencadenan el mismo gesto en nuestro cuerpo, como una reacción automática.

También existe la teoría del aburrimiento, que interpreta el bostezo como una manera de responder colectivamente a una situación monótona.

Por último, la teoría comunicativa propone que bostezar podría ser una forma primitiva de comunicación social, una señal que fortalece los vínculos grupales al sincronizar a los miembros de una comunidad.

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Aunque ninguna de estas hipótesis confirmó de forma concluyente, todas ayudan a entender por qué este gesto tan simple sigue despertando tanto interés.