Una sonda soviética de 1972 caerá en la Tierra y nadie sabe dónde

Más de cinco décadas después de su lanzamiento fallido, la sonda espacial soviética Kosmos 482 está a punto de reingresar a la atmósfera terrestre. El problema: nadie sabe con certeza dónde caerá.

Lanzada por la extinta Unión Soviética en 1972 como parte del programa Venera, su destino era Venus. Pero un fallo en el cohete impulsor la dejó atrapada en una órbita terrestre de la que nunca salió. Ahora, en 2025, la nave, que pesa unos 500 kilos y mide aproximadamente un metro, está a punto de regresar, en una caída descontrolada que tiene en alerta a los expertos.

La Kosmos 482 podría impactar en cualquier parte del planeta entre los 52 grados norte y sur de latitud, lo que abarca a ciudades como Londres, Nueva York, Pekín y regiones tan lejanas como Australia o Sudamérica. Según cálculos preliminares, la reentrada podría ocurrir el 10 de mayo, ya que está se considera como la fecha más probable. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo alta.

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El cuerpo principal de la nave ya había caído en 1981, pero el módulo de descenso permaneció en órbita durante más de medio siglo. Diseñada para resistir la atmósfera de Venus, podría sobrevivir parcialmente al reingreso a la Tierra, aunque los científicos esperan que se desintegre en gran medida.

A pesar de que el riesgo para la población es bajo, comparable al de ser alcanzado por un rayo, no se descarta por completo que restos puedan llegar a zonas habitadas. Esto ha renovado el debate sobre la basura espacial: actualmente, hay más de 50 000 fragmentos mayores a 10 cm en órbita.

La historia de la Kosmos 482, que resurge tras medio siglo de olvido, recuerda que los objetos que enviamos al espacio pueden volver, incluso cuando ya no los esperamos.