¿Hace frío, pero hay sol? Así debes proteger la piel de los niños en vacaciones

Aunque solemos asociar el cuidado de la piel de niñas y niños con el calor y el verano, los rayos del sol también pueden dañar la piel en climas fríos o nublados. Los expertos aseguran los rayos UV siguen activos, incluso con nubes o bajas temperaturas.

A ello se suma que el viento frío puede resecar la piel, haciéndola más vulnerable. Además, en provincias de la Sierra, donde la altura es mayor, la radiación solar es más intensa, aunque no haga calor. Por ello se recomienda buscar sombra o limitar la exposición directa al sol entre las 10:00 y las 16:00.

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El protector solar es una de las recomendaciones más efectivas para cuidar la piel de grandes y pequeños. Eso sí, debe ser de FPS 30 o más y de amplio espectro (UVA y UVB).

Se debe aplicar en cara, cuello, orejas, manos y cualquier zona expuesta. Además, es necesario reaplicar cada 2 o 3 horas, especialmente si hay sudoración o actividad física.

Lo óptimo es usar un producto especial para niños, según su tipo de piel.

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La ropa juega un papel muy importante. Los niños deben usar prendas que cubra la piel: manga larga, pantalones largos, gorras, entre otros.

Las gafas de sol con filtro UV son una excelente opción si hay mucha luz, especialmente en lugares con nieve o grandes cuerpos de agua.

La hidratación es fundamental en espacios calurosos o con radiación alta. Asegúrate de que los menores beban suficientes líquidos.

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También debes proteger su piel aplicando cremas hidratantes y cuidar zonas propensas a resecarse, como mejillas, nariz y labios.