¿Debo poner a mi hijo en un curso vacacional? Estos son los pros y contras
Todo depende del contexto personal, las necesidades de los menores y la calidad del curso.
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Imagen referencial de niños jugando.( )
Los cursos vacacionales son grandes aliados de los padres de familia durante las vacaciones escolares. Permiten que niñas y niños realicen actividades que potencian su creatividad e intelecto, pero también depende del contexto personal, las necesidades de los menores y la calidad del curso.
Te contamos algunos pros y contras para que puedas tomar una decisión informada.
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PROS de un curso vacacional
Ayudan a mantener activa la mente y el cuerpo de los niños durante las vacaciones. En ellos se refuerzan las habilidades escolares, como lectura o matemáticas, y permiten aprender nuevas actividades, como arte, deportes, ciencia e idiomas.
Realizar nuevas actividades también permite que los menores descubran talentos o nuevas pasiones.
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En cursos y talleres hay mayor interacción con otros niños, lo que fomenta la empatía, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.
Los talleres son una opción segura y educativa para que los niños estén ocupados mientras los padres cumplen sus jornadas laborales.
Además, ayudan a mantener una organización del tiempo, lo que les ayuda a mantener una rutina y no empezar desde cero cuando regresen a clases.
CONTRAS de un curso vacacional
Algunos niños pueden terminar saturados si no tienen suficiente tiempo libre para relajarse y jugar sin presión. Además, si el niño ya asiste a tutorías o practica deportes de manera intensiva, puede resultar excesivo.
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Muchos cursos tienen precios altos o requieren materiales adicionales, lo que puede ser una carga que impacta en la economía familiar.
El aburrimiento también es necesario: impulsa la imaginación y el juego libre, algo que a veces se pierde con agendas muy estructuradas.
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