13 mar 2024 , 21:59

Caso Purga: Mayra Salazar monitoreaba quiénes tenían el control en las calles, tras atentados

Mayra Salazar alegaba que "ya no sabía quién es quién", con respecto a los contactos que ella tenía, tras el recrudecimiento de la violencia en Ecuador, en los días posteriores al asesinato de Fernando Villavicencio y atentados de bomba en varias partes de Ecuador.

Mayra Salazar sentía miedo. Así lo comentó a un contacto de ella, denominado con el usuario Edu, según chats difundidos por el caso Purga.

Las conversaciones se producen el 16 de octubre de 2023, días después de atentados con bombas en Ecuador y del asesinato de Fernando Villavicencio, mientras el crimen se recrudecía en el país.

  • Mayra Salazar: me tiene que dar clases de cómo está el panorama en calle. No me gusta sentirme indefensa y sin contactos. Ya no sé quién es quién y si algún momento necesito algo a quién recurro.
  • Edu: claro, es verdad. a mí recurre. soy el sobreviviente.
  • Mayra Salazar: ni bola me para.
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    Salazar insiste en que requiere saber cómo está el ambiente en la calle. En los mensajes se observa que está desconcertada, en alusión a personas qué ella conocía, pero que ahora no sabe si puede confiar en ellas.

  • Mayra Salazar: De verdad usted sabe que conocía a muchos, los respetaba a todos y cualquier cosa que necesite yo sabía quién era quién.
  • Edu: sí. son una ensalada de frutas ahora.
  • Mayra Salazar: solo necesito saber quién está en qué zona porque yo me muevo por muchas por mi trabajo y usted sabe cómo la gente se marea.
  • Los mensajes con Edu se producen cuando ella está en el Guasmo, sur de Guayaquil. Dice que lleva una ofrenda a su madrina, por su cumpleaños.

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    El 26 de septiembre, Edu, tras un pedido de Mayra Salazar, compró dos mesas de 20 puestos de primera fila para el concierto de María Conchita Alonso, en Guayaquil. La artista mexicana fue traída por Mayra Salazar y un socio, del que se desconoce su nombre.

  • Edu: deme las mejores que le compro dos mesas. Esta bien solo dígame cuenta es todo y ya.
  • El valor por las 20 entradas, que fueron pagadas dos días después, fue de USD 2 050. Mayra Salazar le cuenta que quiere ponerse un negocio. Tenía opciones entre bar, un restaurante o un tecnicentro. Le comenta que le falta un auspiciante y le propone que trabajen juntos.

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