El Gobierno y el Municipio de Guayaquil no concretan controles a centros nocturnos

En mayo pasado, cuando un hombre fue asesinado en el interior de una discoteca de Urdesa, norte de Guayaquil, el Municipio anunció que se auditarían los permisos de funcionamiento de bares y discotecas y cerrar aquellos que incumplan la norma o se conviertan en escenarios de violencia.

Sin embargo, dos meses después, esa iniciativa no se ha concretado. El doble crimen ocurrido al pie de dos centros de diversión en las calles Miguel H. Alcívar y Francisco de Orellana reactivó esta discusión.

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, atribuyó el descontrol nocturno a la falta de articulación con el gobierno central.

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"No nos olvidemos que en ese tema trabajamos de la mano con la Gobernación de Guayas, con la Intendencia. No entendemos cómo después de las 06:00 seguía gente afuera del establecimiento (...) ¿dónde está la Intendencia?", expresó.

Anunció que espera reunirse con Humberto Plaza, nuevo gobernador del Guayas, para retomar las acciones conjuntas.

"Esperemos que con el nuevo gobernador que ama a Guayaquil, que siente a Guayaquil de las venas, cambien las cosas", dijo Álvarez.

Mientras tanto, los crímenes no se detienen en los exteriores de discotecas. Porque aunque las reglas existen, los controles son, aún, una promesa pendiente.

En Ecuador, bares y discotecas con registro turístico pueden operar hasta las 04:00 los fines de semana. Además, por ordenanza municipal está prohibido libar en la vía pública.

Pero en sectores como Kennedy Norte, Sauces y Urdesa, los festejos callejeros al amanecer se han vuelto una constante. La Empresa Municipal Segura EP ha registrado más de 5 000 alertas por consumo de alcohol en espacios públicos en lo que va del año.

Las víctimas del ataque armado del domingo fueron identificadas como Erick Mosquera, de 24 años, y Cristopher Garcés, de 28 años.

Ambos trabajaban como relacionistas públicos y organizadores de eventos y fueron sepultados ayer en un camposanto privado del norte de Guayaquil. De acuerdo a sus familiares, ellos estaban participando del cierre del local y no libando, como se reportó inicialmente.

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La discoteca donde colaboraban expresó sus condolencias en redes sociales, describiéndolos como “parte de la familia”. El crimen se registró a las 06:30, según el ECU-911. Testigos aseguran que los disparos interrumpieron el descanso.

La noche del lunes 4 de agosto fueron clausuradas las dos discotecas ubicadas en las calles Miguel H. Alcívar y Francisco de Orellana en la ciudadela Kennedy Norte y en cuyos exteriores se registró la balacera el domingo.

Los sellos fueron colocadas en las puertas de ambos negocios cerca de las 20:30 y el motivo, según el texto de los documentos municipales fue por la falta o incumplimiento en los requisitos para obtener la tasa de habilitación y control.