Más controles se realizan en el puente de Rumichaca para evitar el reingreso de presos deportados

Todavía con el uniforme naranja y esposas plásticas en sus muñecas, 190 reclusos colombianos llegaron para ser deportados desde el Puente Internacional de Rumichaca, en Tulcán, durante la tarde y noche del 29 de julio. El dispositivo de seguridad fue cubierto por 100 militares y policías.

El primer grupo de 21 reos llegó desde Pichincha, a las 18:30 de la tarde. Fueron organizados en filas para pasar dos registros: uno de fuerzas armadas y otro de migración.

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Del lado colombiano todo fue más ágil; funcionarios de migración acompañados por unidades de la Policía y Fiscalía de ese país, con celular en mano, iniciaron la verificación de la identidad y antecedentes penales, uno a uno; mientras que fundaciones les entregaban comida y les facilitaban una llamada telefónica.

Luego, en grupos de 10, fueron trasladados con escoltas al proceso migratorio; si no tenían causas pendientes en Colombia, obtenían la libertad.

En la frontera norte de Ecuador, la Policía y el Ejército han reforzado los controles de identidad para impedir el reingreso de personas deportadas.

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Del otro lado, Julián Arias, funcionario del Grupo Interno de Trabajo de la Cancillería colombiana, anunció que, en estos días, serán más de 400 colombianos quienes ingresen por el punto de control migratorio en el Puente de Rumichaca. "Se garantiza ruta humanitaria para que puedan ingresar al país de la mejor manera y continuar hacia los diferentes destinos", agregó.

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Desde el viernes, ya han sido deportados 800 colombianos. Por el momento, no hay una nueva fecha definida para otros procesos.