Comerciantes del área de la Penitenciaría del Litoral viven con temor tras hechos violentos

Los hechos violentos registrados en el último mes en los exteriores de la cárcel regional tienen preocupados a los comerciantes de los alrededores, pues aseguran que ya no pueden trabajar en paz.

La detonación de esta camioneta ocurrió la noche del viernes pasado, cuando tres de los nueve locales comerciales ubicados frente al centro carcelario atendían a varios clientes y aunque la onda expansiva no afectó directamente a los negocios, los propietarios dicen que vivieron instantes de terror.

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“Estamos ahora con ese temor, uno antes trabajaba hasta las 10 de la noche, ahorita con esto ya da miedo”, comentó un morador.

Según los comerciantes, la concurrencia de visitantes a las cárceles es lo que mantiene a flote la actividad, pero incluso esa afluencia ha descendido por los últimos ataques, entre ellos el asesinato de una guía penitenciaria el pasado 17 de septiembre y una semana antes de eso, dos de sus compañeros fueron baleados en un comedor.

Ayer, por ejemplo, a las 10:00 de la mañana no todos los locales estaban abiertos y los que atendían estaban sin comensales o prácticamente vacíos.

“Estamos fatal porque aquí todos los negocios los hemos cerrado, ya no se puede trabajar, aquí todos estamos inseguros, no hay presencia policial, y si llamamos no llegan los policías”, indicó una comerciante de la zona.

También evidenciamos la falta de policías y militares en los alrededores del complejo carcelario; sin embargo, uno de los oficiales del ejército encargados de la seguridad de la cárcel regional señaló que están delineando acciones para tratar de mejorar la seguridad en los exteriores.

“Se está trabajando con la inteligencia militar, es la finalidad aquellas personas que tienen la especialidad de obtener información y procesarla con el fin de que nosotros ejecutemos algún tipo de operación militar”, mencionó un cuerpo oficial de las fuerzas armadas.

El pasado 13 de marzo, otro ataque con coche bomba afuera de la Penitenciaría del Litoral, en el que una persona murió, también provocó daños en nueve locales y el descenso de ventas por temor a nuevos ataques.