20 abr 2025 , 08:54

Aumentan los casos de robo y vandalismo de piezas patrimoniales en Quito, pero escasean las sentencias

Desde 2022 hasta hoy, el Municipio ha puesto 36 denuncias por daños materiales en bienes catalogados como patrimonio cultural. En las últimas semanas, se han dado múltiples ataques.

   

En apenas 15 minutos, más de 200 años de historia se acabaron para siempre cuando un delincuente se robó siete corazones de bronce que estaban incrustados en la puerta principal de la Iglesia de San Agustín, ubicada en las calles Chile y Guayaquil, considerada como una de las las zonas más importantes del Centro Histórico de Quito.

El hecho fue registrado por las cámaras de seguridad, la madrugada del pasado 2 de abril. Lo que más indignó a los vecinos y comerciantes de ese sector es que el incidente se dio en las narices de las autoridades. Al frente funcionan las oficinas del Ministerio del Interior, en el edificio Guerrero Mora, y diagonal a la administración zonal Manuela Sáenz del Municipio de Quito. A dos cuadras se encuentra el Palacio de Carondelet que pasa cercado con agentes y militares, durante las 24 horas. En la misma cuadra se ubican las instalaciones de la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Gobierno.

Cuatro cuadras más abajo está el Regimiento Quito 2 de la Policía Nacional con decenas de agentes, patrulleros y motocicletas que dan seguridad en el Casco Colonial. La situación es tan crítica que, frente a la misma iglesia, semanas atrás, delincuentes cortaron el dedo de la estatua de Sixto Durán Ballén. Igual pasó en la misma cuadra, más abajo, con la figura de San Agustín, en las calles Guayaquil y Mejía, a la que también le cortaron los dedos y actualmente está bajo protección con cercas metálicas y cintas amarillas de protección.

"No sabemos qué pasó con el sistema Ojos de Águila, tampoco si el ECU 911 detectó la alerta. Por los sistemas de vigilancia privados pudimos encender las alarmas comunitarias (en el caso de los corazones de San Agustín)", manifestó Pablo Buitrón, líder del colectivo Defensa del Centro Histórico, el cual se encarga de vigilar el patrimonio cultural. Lamentó que la Policía Nacional no responde ante este tipo de emergencias. "En esta institución no le dan importancia a este tipo de acontecimientos (delictivos). No hay un verdadero interés".

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La estatua de Sixto Durán Ballén con el dedo cortado frente a San Agustín.
La estatua de Sixto Durán Ballén con el dedo cortado frente a San Agustín. ( )

La organización tiene previsto enviar un comunicado al Municipio para exigir que mejoren los protocolos de seguridad de los bienes históricos-culturales. Con el Gobierno será igual para que se asignen los fondos de cuidado patrimonial que ascienden a USD 90 millones. "Será un llamado de atención a las dos partes", expresó Buitrón a Ecuavisa.com.

Lo que más le preocupa al dirigente es que los casos cada vez se dan con mayor frecuencia. En ese contexto, datos de la Procuraduría del Municipio refieren que, desde 2022, se ha interpuesto 36 denuncias, las cuales corresponden a daños materiales ocasionados en bienes catalogados como patrimonio cultural. De ese total, 33 obedecen al cometimiento del delito de destrucción de bienes patrimoniales y uno a sustracción, uno a daños a bien ajeno y uno a robo.

34 denuncias se encuentran en etapa de indagación previa, una en instrucción fiscal y solo hay una sentencia condenatoria. Esta última corresponde al caso de Johandri V. y Juan S., a quienes les dieron dos años de cárcel por el robo de una hoja de acanto del Monumento a la Independencia, frente a los palacios de Gobierno y Municipal. Tienen que pagar USD 9200 dólares como reparación integral y pedir disculpas públicas a la Alcaldía.

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En este caso, por única vez, el incidente se visualizó en las cámaras de video vigilancia del Centro de Operaciones del Municipio de Quito. Se pudo verificar a varias personas en actitud sospechosa merodeando el lugar y posteriormente sustrayendo la referida pieza.

El 23 de julio del año pasado, con base en lo prescrito en el artículo 432 numeral 3 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), la Alcaldía presentó la acusación particular para intervenir en el proceso penal, en calidad de propietario del mencionado bien histórico.

Es así que, el día 13 de agosto de 2024, se fijó la audiencia de procedimiento directo en contra de ambos procesados; no obstante, la diligencia se suspendió por el pedido de su defensa. Expresaron su voluntad de someterse a un procedimiento abreviado.

Finalmente, el 20 de septiembre de 2024, se emitió la sentencia dentro del proceso penal. La autoridad jurisdiccional resolvió declarar la culpabilidad de Johandri V. y Juan S., por la sustracción de bienes del patrimonio cultural. Actualmente, ellos cumplen su condena en el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga, y la hoja de acanto fue restaurada y colocada en su lugar hasta hoy.

No es el único caso de piezas que se sustraen allí. De hecho, los leones de bronce de las puertas de la Catedral Metropolitana, situada frente a la monumento de La Independencia, también fueron robados. Es decir, en la misma zona donde hay policías, militares y diferentes instituciones.

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Otros casos de vandalismo y robos de piezas

El robo de dos focas que pertenecen al conjunto escultórico La Insidia está en la impunidad. No hay detenidos por este caso y la ciudadanía está indignada. No es la primera vez que delincuentes se llevan las piezas de esta escultura, la cual fue creada por el artista quiteño Antonio Salgado en 1923.

En octubre de 2024, dos de los cuatro jarrones fueron sustraídos. Es decir, pese a que ya hubo un robo, las autoridades no tomaron las medidas de prevención para precautelarla y la delincuencia se aprovechó de la falta de seguridades para llevarse las focas.

Actualmente, la escultura fue retirada temporalmente. Se realizará una reposición de las piezas faltantes, además de un mantenimiento preventivo y correctivo.

El hecho ocurrió en horas de la noche y pasó lo mismo que con los corazones de San Agustín. A su alrededor se encuentra un hotel, tres universidades con seguridad privada en las cuadras aledañas y la Casa de las Culturas. 100 metros más abajo se ubica la Fiscalía General del Estado, que permanece cercada con policías custodiando los exteriores y carros blindados. Asimismo, el ECU 911 cuenta con cámaras en la zona. Al frente se encuentra la Secretaría de Planificación y nadie se dio cuenta de lo sucedido.

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Esa zona, en la intersección de las avenidas Patria, 12 de Octubre, 10 de Agosto y 6 de Diciembre, es vulnerable al robo de placas de bronce y demás piezas patrimoniales. En un recorrido realizado por Ecuavisa.com se pudo constatar que, en las pequeñas plazoletas donde se encuentran los bustos de escritores y poetas, hay daños graves. Por ejemplo, no hay la chapa del escritor ruso Fiódor Mijáilovich Dostoiévsky, tampoco la del poeta húngaro Sandor Petofi.

Lo mismo sucede con las esculturas de César Vallejo y José Enrique Rodó. Con la del escritor quiteño Jorge Carrera Andrade casi pasó igual, pero los delincuentes no lograron arrancarla. A pocos metros de estas plazoletas funcionan las oficinas de la administración del parque El Ejido.

Más arriba se encontraba la estatua del expresidente Eloy Alfaro Delgado, la cual sufrió daños a mediados de 2024, previo a que se conmemoraran 129 años del liberalismo en Ecuador. En las fotografías que circularon en Internet se pudo observar que vándalos le cortaron el brazo derecho y una parte de la espalda. También se robaron la antorcha que el viejo luchador llevaba en la mano.

La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) la retiró temporalmente y hasta el momento la figura no ha regresado a su su lugar. "Esta medida busca proteger la escultura mientras se evalúan las opciones de restauración más adecuadas", se informó en ese tiempo.

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En el parque El Ejido, está la figura del expresidente José María Velasco Ibarra, a la cual le falta una de sus láminas. Como ha pasado en la mayoría de casos, el robo se produjo casi en las narices de las autoridades porque allí circulan patrulleros y carros de diferentes instituciones. Cruzando la av. 10 de Agosto se ubica el edificio de la Dirección General de Aviación Civil.

¿Qué hacen las autoridades ante ese tipo de hechos? En una nota publicada en Ecuavisa.com, el pasado 28 de febrero, Santiago Chiriboga, restaurador del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), detalló que en la capital existen 220 monumentos y 130 de ellos tienen un "interés patrimonial".

Cerca de 50 están en el interior de instituciones públicas, privadas y educativas, pero 80 están en el espacio público. Entre ellos se encuentran el monumento a la Independencia, en la Plaza Grande, los de próceres de la Independencia, en el bulevar de la 24 de Mayo, o el primer monumento de la Mitad del Mundo, en Calacalí.

El especialista señala que, aunque reciben constante mantenimiento, no cuentan con un sistema de seguridad. Desde el IMP hizo un llamado a la gente para denunciar estos casos, llamando al ECU 911.

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Así quedó la estatua de Eloy Alfaro tras se vandalizada.
Así quedó la estatua de Eloy Alfaro tras se vandalizada. ( )

Preocupación en la comunidad y expertos

Rocío Bastidas es integrante del Cabildo Cívico, una agrupación de la sociedad civil que plantea propuestas sostenibles para mejorar la calidad de vida en la capital y preservar su patrimonio. A su criterio, la realidad que vive Quito respecto al robo de piezas históricas se viene arrastrando desde hace años y décadas atrás. No es solo de la actualidad.

Afirma que, en casos como el de los corazones de la Iglesia de San Agustín, también hay fallas de las congregaciones religiosas que no implemenan medidas de seguridad. "En los conventos no hay acuciosidad para cuidar". Lo que hace falta es contar con policías especializadas en temas patrimoniales.

Tampoco hay políticas públicas claras para proteger. Esto se debe traducir en inversión, planes, proyectos, vigilancia y seguimiento. "Si no fuera por la gente que está pendiente (como pasó en San Agustín), la delincuencia está haciendo su agosto al retirar elementos sustanciales de la historia quiteña (...) Eso no pasa solo en la capital, sino en todo el país".

Para Ramiro Endara, director ConservartEcuador, una fundación con 18 años de trayectoria que se encarga de proteger el patrimonio cultural del país, las piezas históricas del país están peligro por la delincuencia. Lamenta profundamente la sustracción de los 17 corazones de San Agustín porque esas figuras tienen un profundo significado en esa comunidad religiosa.

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"El corazón es el elemento principal, porque es el órgano más importante del ser humano y está relacionado con la iconografía de los agustinos. Se trata del amor, la bondad y la pureza. Entonces, ahí está la santidad. Refleja la pureza del buen corazón, del buen ser humano", manifestó a Ecuavisa.com.

La situación es alarmante -a su juicio- porque los daños se dan de forma repetitiva. El Sistema de Información del Patrimonio Cultural (Sipce) alberga un catálogo de 7 000 bienes inmuebles a escala nacional. De ese número, 5 000 pertenecen al Centro Histórico capitalino y este sector es el que sufre más ataques delictivos.

A esto se suma que hay como 15 000 piezas (esculturas, pinturas, cerámica y metal) distruibidas en 24 iglesias, seis capillas, siete conventos y seis monasterios. "Están amenazados porque la mayoría son religiosos o privados. No cuentan con sistemas de seguridad externa ni interna".

En muchos casos, los delincuentes atacan bajo pedido de coleccionistas. En otros, los vándalos se sustraen las piezas de bronce para fundirlas a cambio de bajas sumas de dinero. "En el mejor de los casos le pagan USD 30 al vándalo (en las fundidoras)".

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