03 dic 2023 , 08:22

La historia del niño salsero que le pone ritmo a las Fiestas de Quito

Pablo hace conciertos gratuitos todos los fines de semana en el Centro Histórico. Su sueño es llegar a ser un cantante icónico de salsa.

En la esquina de las calles García Moreno y Sucre del Centro Histórico de Quito, todos los domingos se escucha las melodías de música salsa acompañada de una fresca voz juvenil que cautiva a los turistas, peatones y comerciantes del sector.

Se trata del niño colombiano Pablo E., de 13 años, que interpreta las canciones de los más grandes exponentes de ese ritmo y que en estas fiestas capitalinas pone a bailar a quienes salen a pasear en el Casco Colonial. Su delgada figura se mueve detrás del micrófono mientras aplaude y se acerca al público para cantar. La gente se imagina que es de Venezuela, pero en realidad viene de un lugar que es muy conocido como la cuna de grandes artistas tropicales.

"Somos de Cartagena, norte de Colombia. Estamos trabajando muy duro para juntar dinero y grabar nuestro primer disco", cuenta su padre, Pedro Serrano, quien es músico profesional y líder de la agrupación Serrano Caribbean de género tropical.

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Pedro Serrano anima al público durante la presentación de Pablo E.
Pedro Serrano anima al público durante la presentación de Pablo E. ( )

En estas Fiestas de Quito, Pablo ha dado varios conciertos y tiene previsto otras presentaciones hasta el 6 de diciembre próximo. Su mensaje es que los jóvenes luchen por sus sueños y que aprovechen si tienen un talento musical explotándolo al máximo, pero sin descuidar los estudios y leer mucho.

El chico es percusionista y sabe tocar el bajo. Todos los días ensaya esos instrumentos por varias horas. Sigue la secundaria, de forma semipresencial por Internet, en una academia norteamericana. Pedro es su tutor y está al pendiente de sus estudios, deberes y lecciones que debe preparar. "Queremos que aprenda a manejar sus finanzas, lo cual es muy importante que conozca como artista. Algún día, mi hijo tendrá que caminar solo y debe aprender eso".

Cientos de personas acuden al Centro Histórico para escucharlo cantar. Se ponen a bailar cuando interpreta los clásicos de la salsa y canciones nacionales como "Zapateando juyayay". Aplauden, mueven sus pies y hacen círculos. "Me gusta mucho lo que canta, pues el chico tiene un talento muy especial", cuenta Tania Carvajal, quien se trasladó al centro solo para verlo.

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Pablo tiene varias influencias como Aretha Franklin, Whitney Houston, Mariah Carey, Julio Jaramillo o el Gran Combo de Puerto Rico. También escucha reggaetón. Su sueño es llegar a ser un ícono de los ritmos tropicales como Frankie Ruiz o Jerry Rivera.

Ha dado conciertos benéficos para organizaciones que apoyan a personas de escasos recursos o que dan albergue a mascotas sin hogar. Padre e hijo se encuentran en Quito desde hace cinco meses y su prioridad es grabar el primer disco de Pablo E. que cuesta al menos USD 10 mil. Por eso, se quedarán hasta mayo del próximo año y luego tienen previsto viajar a Madrid para reunirse con los representantes de una casa disquera.

También realiza presentaciones en fiestas de 15 años y han compartido escenario con artistas nacionales. "Para nosotros fue muy hermoso que unos artistas tan reconocidos como el Trío Colonial se hayan tomado fotos con nosotros", cuenta Pedro.

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Pablo E. y su padre viven en un hotel del Centro Histórico en donde ensayan las canciones que van a cantar. Todo el dinero que recolectan en sus presentaciones lo guardan celosamente para su proyecto, pero el 10% de esos ingresos se destinan para ayuda social.

Su jornada comienza a las 06:00. Desayunan, practican deporte para estar en forma y siempre están al pendiente de las noticias. Buscan lugares para conciertos y los eventos que organiza el Ministerio de Cultura para buscar un espacio. Muchas personas acuden al Casco Colonial solamente para tomarse fotos con Pablo y verlo cantar. El chico sabe que en Quito se ganó el corazón de la gente, ahora solo le queda trabajar para hacerlo en el todo el mundo...

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