15 ene 2025 , 17:35

Quito | La época de lluvias reaviva el temor ante posibles aluviones

Cerca de USD 3 millones se han invertido en obras de mitigación para evitar que se repitan emergencias como las ocurridas en 2022 y 2024 en La Comuna y La Gasca.

   

La época de lluvias despierta en los quiteños el temor a nuevos aluviones como los que ocurrieron en La Gasca y La Comuna, en el centro-norte de la capital, en 2022 y 2024. Según las autoridades municipales, para evitar esta situación se invierten cerca de USD 3 millones en obras de mitigación de riesgos.

Entre diciembre de 2024 y lo que va de enero, el Inamhi ha anunciado lluvias constantes a escala nacional, que se prevé que permanezcan durante los primeros tres meses del año. Las precipitaciones ocurren después de una prolongada sequía, lo que hace que el suelo se vuelva aún más inestable.

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Las tareas se concentran en la quebrada El Tejado, en las faldas del Pichincha, que es el punto que colapsa debido a las intensas lluvias. Desde allí, el agua arrastra colina abajo, lodo, rocas, troncos de árboles, animales, entre otros.

"Ahora siempre que llueve estamos pendientes", asegura Stefany Romero, quien vivió los dos aluviones, pues el departamento donde reside se ubica en la Jerónimo Leiton y av. La Gasca.

Acciones para prevenir aluviones

En la quebrada El Tejado se aumentó la altura y volumen de retención de la torre de captación, informó el Municipio de Quito. También detalló la construcción de una vía de acceso para el ingreso de maquinaria pesada y se amplió el canal existe a cuatro metros de ancho para facilitar la limpieza de material acumulado.

También se amplió la zona de retención de restos en la parte superior de la quebrada y el reservorio; este último triplicó su capacidad a 12 mil metros cúbicos y se implementó una torre de captación en el sector sur del embalse.

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Según la Alcaldía, durante 2025 se instalarán mallas dinámicas en tres zonas estratégicas de la cuenca media de la quebrada. Estas permitirán contener los flujos y se fortalecerán con obras de retención en la parte baja de la quebrada.

Allí está prevista una ampliación de la zona de retención de materiales con una capacidad de 20 000 metros cúbicos y la construcción de una nueva torre de captación.

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