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La competencia atravesó barrios desde el sur hasta el norte de la ciudad, con el Centro Histórico como uno de los tramos más emblemáticos del recorrido.
18 mil corredores de distintos rincones de Ecuador y también extranjeros llenaron las calles de Quito de color en la tradicional carrera de 15 kilómetros.
La competencia atravesó barrios desde el sur hasta el norte de la ciudad, con el Centro Histórico como uno de los tramos más emblemáticos del recorrido.
El punto de partida tuvo un inicio emotivo. A las 07h10 salieron los atletas en sillas de ruedas y con apoyo mecánico. Desafiaron las pendientes de la capital y los espectadores animaron a los competidores desde las veredas.
Algunos ciudadanos también ofrecieron rodajas de naranja y fundas de agua a los atletas, muchos de los cuales participaron en familia.
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Algunos avanzaban disfrazados, sin apuro, porque más que correr, buscaban disfrutar de un domingo distinto. Quienes no resistieron el ritmo debieron parar y recibir atención de la Cruz Roja. Otros caminaron el tramo final para llegar a la meta.
Los últimos 100 metros, dentro del estadio olímpico Atahualpa, exigieron el último esfuerzo. Allí, los corredores fueron recibidos entre aplausos.
En la categoría élite, los peruanos René Champi y Saida Meneses se llevaron el primer lugar con tiempos de 44:50 y 51:29 segundos respectivamente.
Cada uno de los participantes recibió una medalla conmemorativa en esta edición número 63 de la Quito 15K.
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