El mapa político latinoamericano, marcado por el populismo y los 'outsiders'

Este domingo 10 de diciembre de 2023, Javier Milei asume la presidencia de Argentina y se suma al mandatario ecuatoriano Daniel Noboa como las nuevas figuras que cambian el mapa político para Latinoamérica.

Ideológicamente, la derecha y el centro han conquistado importantes espacios en la región. El claro ejemplo es Argentina, donde Milei llegó al poder con una propuesta de privatización y limitación de la intervención del Estado.

En Ecuador, en cambio, ganó la figura que representaba al mundo empresarial. Noboa venció a la candidata del correísmo, con planteamientos que él mismo ha definido como de centro-izquierda.

Por otro lado, el llamado socialismo del siglo XXI todavía tiene un importante peso en la región al mantener el liderazgo en países como Brasil, México y Colombia.

La historia de los últimos años refleja un comportamiento cíclico. Es decir, si ahora los países tienen acercamientos hacia candidatos que representan una tendencia de izquierda o de derecha, no es determinante que a futuro mantengan el mismo criterio.

De hecho, Brasil y Argentina son la muestra de que en un momento están de un lado del péndulo y en pocos años al otro extremo. Es decir, de Lula a Bolsonaro y del kichnerismo a Milei.

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Ecuador es un caso particular. La presidencia de Guillermo Lasso, un banquero conservador, terminó con nulo apoyo popular. El expresidente dejó el poder de manera anticipada y con bajísimos niveles de aceptación; no obstante, a pesar de que había expectativa de que el voto popular regrese su mirada a la izquierda, más bien se inclinó hacia un 'outsider'.

Sorpresivamente, ganó Daniel Noboa y se convirtió, por ahora, en un mandatario de centro, como Laurentino Cortizo en Panamá o Bernardo Arévalo en Guatemala.

Sin embargo, los expertos internacionalistas y docentes universitarios Esteban Santos y Daniel Crespo explican que todavía es muy temprano para determinar si la política ecuatoriana se inclina hacia la izquierda o la derecha. Consideran que es necesario observar las decisiones que tomará Noboa para tener un criterio al respecto.

Santos dice que incluso de Milei, que es claramente de derecha, hay ciertas dudas de cómo manejará la política internacional porque, a pesar de sus críticas al comunismo, China es su principal socio comercial.

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Por lo tanto, ambos analistas coinciden en que no se puede creer que Latinoamérica da un giro hacia la derecha. Lo que sí observan es que hay un auge de figuras populistas, es decir, liderazgos que aseguran defender los intereses de las clases populares, mediante discursos con promesas ambiciosas o inalcanzables.

Crespo añade que ese fenómeno no solamente campea en Latinoamérica, sino que ocurre también en otros países como: Estados Unidos con Donald Trump.

El presidente de Brasil Lula da Silva ha informado que no se presentará en la ceremonia de cambio de mando de Argentina, en la que asumirá Milei. En la prensa internacional trascendió que el representante brasileño estaba molesto e incómodo por las declaraciones de su par argentino, durante campaña, respecto a que Lula era corrupto y comunista.

De hecho, el expresidente de Brasil, ultraderechista, Jair Bolsonaro, aceptó la invitación de su amigo Milei y él sí acudirá a la investidura.

Gustavo Petro de Colombia fue bastante explícito al mostrar su descontento con el triunfo de Milei. "Triste para América Latina", escribió en su cuenta de X. Tampoco asistirá al evento.

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Los casos de Venezuela y Nicaragua también son un punto crítico en las relaciones internacionales. Tanto Nicolás Maduro como Daniel Ortega mantienen una dictadura de izquierda, provocando rechazo en gobiernos de derecha y centro, como Ecuador que ya ha mostrado su rechazo a la política chavista, pero también de otros más progresistas como Chile.

El internacionalista Esteban Santos ve necesario que como región se enfrenten los problemas que aquejan a la mayoría de países como el crimen organizado o la migración. Sin embargo, ve poco probable que en la situación política actual se configure un frente de integración regional.

En 2024 el mapa político con el que termina 2023 puede cambiar. Países como México, República Dominicana, Venezuela, Panamá, El Salvador y Uruguay tienen previsto escoger a sus presidentes.

En el caso de las izquierdas, el mexicano Manuel López Obrador, tiene amplia posibilidad de continuar con su legado, lo mismo con Nayib Bukele en El Salvador. En Venezuela, en cambio, al no haber cabida de elecciones democráticas, lo más probable es que se perpetúe maduro en el poder.