El expresidente Guillermo Rodríguez Lara cumple 100 años este 4 de noviembre

El expresidente Guillermo Rodríguez Lara cumple 100 años este sábado 4 de noviembre de 2023 y su legado se mantiene vivo por su trabajo al frente del Gobierno Nacional, que inició el 15 de febrero de 1972 y finalizó el 11 de enero de 1976. De hecho, el próximo miércoles 8 de noviembre será el lanzamiento de su libro en el paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar, en Quito.

La obra se llama 'Guillermo Rodríguez Lara, Testimonio de vida y del nacionalismo revolucionario'. Su autor es el historiador ecuatoriano Enrique Ayala Mora, quien contó a Ecuavisa.com que la información del texto fue levantada durante varias entrevistas realizadas en un periodo de siete meses, entre los años 2015 y 2016.

El catedrático segura que el exgeneral del Ejército es el exmandatario más longevo en la historia del país. Isidro Ayora murió a los 99 años, Sixto Durán Ballén falleció a los 95, Alfredo Baquerizo Moreno a los 91 y José María Velasco Ibarra alcanzó los 86 (ver tabla abajo).

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Tras una destacada carrera militar en la Fuerza Terrestre, Rodríguez Lara llegó al poder tras un golpe de Estado y estableció un gobierno al que lo llamó "nacionalista y revolucionario". Desde el inicio, buscó gestionar de forma adecuada los ingresos de la venta de crudo en una época de bonanza económica para el país, a la que se le llamó como "boom petrolero", y que coincidió con la crisis energética mundial.

Mora dijo que es uno de los personajes más representativos en la vida nacional. Considera que ha sido uno de los mejores mandatarios de los últimos 80 años en Ecuador y trabajó activamente en una coyuntura de profundos cambios. Además, es un ícono de la generación de oficiales nacionalistas de las Fuerzas Armadas que se comprometieron con un proyecto de desarrollo, renovación y modernización del país.

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Antes del 15 de febrero de 1972, el quinto gobierno de José María Velasco Ibarra acarreaba un profundo desgaste político y el apoyo de la ciudadanía iba en decremento. Hubo protestas estudiantiles persistentes y descontento popular. En medio de ese escenario, Velasco se proclamó dictador en 1970, pero eso no le alcanzó para seguir en el poder ya que su caída era inminente.

En la página número 85 del libro, Rodríguez Lara cuenta que antes de la caída de Velasco Ibarra, él le dijo que su misión era continuar al frente del Gobierno del Ecuador. Lo hizo durante una reunión que se realizó en la Academia de Guerra. Al salir del auditorio, el entonces Primer Mandatario le dijo:

El general no lo consideró prudente y le contestó:

No obstante, la situación en el país continuaba empeorando hasta que se dio la caída definitiva. En sus memorias, Lara cuenta que Velasco hizo un viaje inesperado a Guayaquil con la intención de acudir a una televisora "para alarmar al pueblo, expresando el falaz argumento de que las Fuerzas Armadas nos oponíamos a las elecciones futuras para elegir al nuevo presidente de la República".

Ocurrió el lunes 13 de febrero de 1972, pero el general dispuso que se impidiera la entrada del presidente al canal. Luego se dio inicio al operativo para que lo trasladen a Panamá. "Consideré urgente deponer su participación en el canal televisivo, separarle del poder y exiliarle de inmediato".

La situación era crítica-explica el oficial- porque de concretarse las aseveraciones de Velasco en el canal de televisión, en Guayaquil se hubiera generado gran malestar por el liderazgo que tenía, en ese tiempo, Assad Bucaram al frente del partido Concentración de Fuerzas Populares (CFP). "Medimos las consecuencias de lo que pudo pasar enfrentándonos al pueblo del Puerto Principal".

Finalmente, Velasco tomó un vuelo a Panamá. Nadie en Ecuador se opuso a la llegada de un militar al Poder Ejecutivo.

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Ayala Mora señala que en el texto se abordan otros temas importantes como la implementación del gabinete de ministros con los que Rodríguez Lara trabajó.

Por ejemplo, el general Vicente Anda Aguirre, en Educación; el coronel Rafael Rodríguez Palacios al frente de Obras Públicas, el coronel Carlos Aguirre Asanza como ministro de Relaciones Exteriores al final de su gestión. Por otro lado, la Constitución de 1945 fue la que mejor se adaptó a las circunstancias del país.

A esto se suma -explica que historiador- en que no hubo casos de corrupción y, cuando se acabó el periodo presidencial, se retiró para trabajar en la ganadería y agricultura en su hacienda de Pujilí.

Rodríguez Lara confesó que hubo acercamientos de emisarios chilenos para que Ecuador se incluyera en el Plan Cóndor, el cual se caracterizó por una campaña política y terrorismo de Estado con miles de personas muertas y desaparecidas.

Dijo que la influencia chilena no hubiera resultado conveniente para la gente. "El general Pinochet insinuó, en varias oportunidades, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, su deseo de visitar Ecuador".

"Pero yo no creí conveniente su visita, porque se conocía los métodos, las acciones muy cruentas que se realizaron contra los opositores y que bajo ningún aspecto podría aceptar, ni peor aplicar en el país".

Asimismo, recibió la visita de un general argentino en servicio pasivo, quien le invitó formar parte del Plan Cóndor. Le presentó tres páginas que contenían el contenido de ese documento y no lo aceptó.