Elecciones Ecuador | La falta de creatividad marcó la campaña electoral de 2025
Fueron 33 días de un proselitismo chato, donde quedó en evidencia las crisis que acompaña a la política criolla.
El país asiste al cierre de una nueva campaña electoral que, como novedad, no le deja nada.
Fueron 33 días de un proselitismo chato, donde quedó en evidencia las crisis que acompaña a la política criolla: crisis de propuestas, crisis de mercadeo, de la publicidad, de estrategias. Crisis de 14 candidatos que no quisieron subirse al ring, que se declararon vencidos antes de competir siquiera.
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Manejar un país requiere de creatividad y ni siquiera la tuvieron para hacer campaña. "No ha habido momentos icónicos que permitan una recordación con un efecto específico en el corazón, en la emotividad. Esto es como el primer vehículo para ingresar al razonamiento del voto", explicó la experta en comunicación política, Caroline Ávila.
En otros tiempos, las campañas electorales dejaban frases, imágenes que se volvían icónicas, que movilizaban los imaginarios sociales y se insertaban en la conversación del electorado y en sus dilemas para decidir.
¿Y la campaña anterior?
La campaña de 2023 dejó frases como "repítame la pregunta", se recuperó el "se armó el despelote", incorporó símbolos como el candidato de cartón y, más atrás, hubo también unos zapatos rojos.
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A partir de eso se generó en el país una conversación de símbolos, de estética, de política, porque sobre esos símbolos o lemas se marcaba un antes y un después. Se convertían en íconos y permitían que algo pase; convocaban y la gente se identificaba o rechazaba las ideas que representaban. Esas campañas no pasaban desapercibidas.
"Hay una suerte de resignación (de parte de los candidatos)", asegura Ávila.
Pero ahora, sin creatividad, sin estrategia, sin particularidades, sin propuestas disruptivas, sin nada que marque el diálogo colectivo, sin esos símbolos o íconos que se incorporen a la conciencia, el elector acudirá a sufragar movilizado solamente por atajos o promesas económicas sin sustento para ser cumplidas.
Y por una polarización que no pudo ni quiso ser sorteada durante una campaña que termina signada por la irrelevancia.
A tal nivel, que lo más destacado no es lo que se creó, sino lo que se alcanzó a reciclar: la copia de la copia.
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