02 oct 2023 , 13:24

Debate Presidencial: el formato del evento electoral no permitió profundizar en las propuestas de los candidatos

El debate presidencial organizado por el CNE estuvo moderado por la periodista Ruth del Salto.

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El formato del debate presidencial otra vez quedó a deber, excepto la última parte, cuando a la periodista Ruth del Salto se le permitió cuestionar a los candidatos, el resto de las dos horas estuvieron ausentes: los cómos, las repreguntas y la confrontación de ideas que permita al electorado conocer las capacidades de Daniel Noboa y Luisa González.

Al cierre del debate, que realmente no fue un debate, quedaron en el aire respuestas incompletas, generales, vagas y hasta falsas, que no hubo forma de esclarecer, pues los pusieron a preguntarse entre sí.

Los temas fueron preanunciados, lo que dio pie a que los candidatos lleven discursos aprendidos que a momentos fueron recitados de memoria. Las preguntas elaboradas por el Comité designado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) eran largas, compuestas y tendientes a conocer el contenido de los planes de gobierno, que ya es de conocimiento público, en lugar de indagar sobre las falencias de las propuestas, las cifras imprecisas y los ofrecimientos populistas imposibles de cumplir en un año y medio de gobierno.

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Los minutos sobraron pese al control implacable del cronómetro que le quitó ritmo y gracia a la confrontación civilizada que se espera en una democracia.

Se dejó sin respuesta infinidad de inquietudes y enigmas a los que no se pudo volver pese a la importancia y urgencia en temas como la seguridad o la economía.

Noboa y González, estratégicamente ubicados para no verse a la cara ni cuestionarse frente a frente, protagonizaron un programa aburrido en el que se evitó obligarles a pensar, se privó al electorado de valorar su capacidad de reacción ante situaciones inesperadas o embates de última hora que seguramente tendrá que enfrentar quien se convierta en Presidente.

No hubo zancadillas que los ponga fuera de lugar para saber cómo saldrán de ahí en los momentos difíciles que vive el país.

Se quiso abarcar mucho y el efecto fue el contrario. Pero si el objetivo era un debate limpio, casi aséptico, sin contrapuntos ni improvisación real, ese sí se cumplió, el CNE fue el ganador.

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