30 jun 2022 , 19:35

Asambleístas con satisfacción tras consolidación de acuerdos

Resaltan los acuerdos entre el Gobierno y la dirigencia indígena y aseguran que surgen responsabilidades para todos con el fin de mantener la paz, entre ellas al propio legislativo.

Hay satisfacción en las diferentes bancadas por el acuerdo entre el gobierno y la dirigencia indígena. Pero recuerdan que ahora hay una responsabilidad adicional para mantener la paz.

El asambleísta de CREO, Luis Fernando Flores, indicó que “tiene que venir un gran proceso de reunificación del país, para poder justamente sobrellevar las diferencias que son legados de gobiernos anteriores, pero nosotros también debemos ser coherentes y responsables con ello".

Mientras que Pabel Muñoz, asambleísta de UNES dijo que, "conectarse con el sentimiento ciudadano, trabajar con lo que realmente le preocupa a la gente que son prácticamente la inseguridad, el desempleo y la falta de salud y educación copan las principales atenciones ciudadanas".

Del lado del oficialismo reconocen la necesidad de cambios. "Estos 18 días de movilización, han sido una voz clara, de que existen exigencias, de que existen deficiencias por parte de algunos de nosotros y que tenemos que dar más para ello, sin dejar de lado y justificar la violencia que se utilizó", así lo aseguró Luis Fernando Flores.

En UNES aseguran que el pedido de destitución del Presidente de la República impulsó los diálogos.

"Pasamos el conflicto a un escenario institucional, los actores se permitieron conversar y esto es lo que hoy tiene un resultado concreto, y en la asamblea también se pudieron ventilar democráticamente las distintas posiciones", así lo indicó Muñoz.

En Pachakutik no están de todo de acuerdo. En eso concuerda, Salvador Quishpe, “si los Correístas no hubieran metido la mano y empezaron a torpedear este proceso, el diálogo que se cumplió hoy día, pudo haberse llevado a cabo hace varios días, y talvez con los mismos o mejores resultados".

Y dicen que la Asamblea tendrá la responsabilidad de garantizar los acuerdos y abrirse internamente al diálogo.

Todo esto ha pasado en un año y algo más de un mes del periodo del presidente y del legislativo.

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